Inteligencia Artificial?

Hace unas semanas asistí a un evento sobre Inteligencia Artificial en que se decía que, en el avance reciente en el campo de la inteligencia artificial, lo que hacía que supusiese un salto respecto a lo logrado en épocas anteriores, era que ahora la máquina tenía capacidad de decidir.

Me quedé pensando en esa afirmación y mi reflexión fue que no, que no era así. La máquina decide, pero eso no la hace Inteligente. Por ahora sigue siendo sólo Artificial.

Desde casi las primeras arquitecturas de ordenadores (ya en los años 40) existe capacidad de decisión. Sea en ensamblador, en fortran, en C o p.e. en java, la existencia de instrucción IF le da al ordenador capacidad de decidir.

La instrucción es bien sencilla, casi es puro inglés natural:

IF Criterio THEN acción1 ELSE Acción 2

El ordenador aplica un criterio y según se cumpla o no, ejecuta una acción u otra. Lo que estamos haciendo con esta sencilla instrucción es automatizar una acción en función de un criterio. Estamos tomando una decisión. Desde hace más de 70 años.

Lo importante aquí son dos aspectos:

    • Por un lado, cómo de sofisticado es el criterio, cómo de objetivo, y quién lo define.
    • Por otro lado, qué tipo de decisiones podemos (o nos atrevemos a) delegar en el ordenador, y quien toma responsabilidad sobre ellas.

Respecto al primer aspecto, si nos remontamos al origen de la informática, el criterio más burdo era si el valor de un registro era cero o distinto de cero. Un poco más sofisticado es si el contenido de un registro es mayor, igual o menor que un valor dado. Con esta base tan sencilla y con algoritmos sencillos que den valor al registro a comparar, se puede dar complejidad a los criterios de decisión:

    • En base a su fecha de nacimiento y la fecha actual, la persona que estoy tratando ha cumplido los 18 años? y si sí, en qué segmento de edad está ?(de una lista predefinida de segmentos de edad).
    • Con la respuesta a preguntas hechas al sujeto, puedo ver si contiene o no una secuencia alfanumérica (p.e. el sexo de la persona que estoy analizando en «varón» o «hembra»), o qué modelo de coche, qué potencia o qué color tiene.

Respecto al segundo aspecto (las acciones delegadas), con los criterios y valores anteriores y p.e. una fórmula actuarial (un poco de estadística) una aseguradora puede calcular el precio de un seguro del automóvil, o decidir si da o no cobertura a un riesgo.

Es decir, sin lo que hoy llamamos inteligencia artificial, un ordenador puede calcular y decidir. Esto es algo muy antiguo y muy básico en la ciencia de computación.

Dónde está entonces lo novedoso de la llamada Inteligencia Artificial actual?

El  aspecto diferencial respecto a otras épocas está más bien en la capacidad de aprendizaje actual, muy superior a la que había hace un tiempo gracias a la disponibilidad de muchos más datos para analizar un problema, la mayor potencia de cálculo de los ordenadores y unos «pequeños» avances en algunas de las técnicas usadas. No mucho más. «Aprendizaje» a partir de datos, generalmente etiquetados.

Y por aprender no queremos decir entender, sino abstraer patrones e información a partir de los datos, de una manera que antes no era posible y que al no instruido en estas artes puede parecerle magia.

Esto que puede sonar muy trivial y poco optimista, supone sin embargo una revolución en muchos aspectos (pero yo no lo llamaría inteligencia).

Gracias a estos avances, aplicados a varios tipos de datos (imágenes, series numéricas, información geoespacial, etc) los ordenadores son capaces de hacer cosas que hasta ahora parecían imposibles:

    • Detectar una cara en una fotografía, identificar a la persona, incluso estimar su estado de ánimo.
    • Convertir una secuencia de audio en texto, detectar a qué semántica corresponde cada una de las palabras en base al contexto, traducir a otro lenguaje, convertir el nuevo texto a un audio que no suena demasiado mal, encontrar otros textos que hablen de temas similares.
    • Identificar un cancer en una resonancia, estimar cual será la evolución de la bolsa, mejorar el cálculo del precio adecuado de un seguro, analizar miles o millones de datos «al vuelo».

Estas nuevas capacidades, según evolucionan, encuentran aplicaciones que nos asombran y que nos parecen magia. Y con ello aplicamos el término «Inteligente»a estas tecnologías.

Y nos preocupamos, porque detrás del IF y del THEN empezamos a poner cosas que antes no habríamos pensado (porque no teníamos criterios sofisticados que aplicar) o no nos habríamos atrevido (porque enseguida encontrábamos casuísticas que invalidaban la decisión y no queríamos coger la responsabilidad del error):

    • Damos o no un crédito a una persona, a la vista de sus datos de consumo, su ADN, su ingresos o su red de contactos.
    • Mandamos a la policía a la casa de una persona, o decidimos dejarla  entrar o no en un país, a partir de los lugares en los que ha estado, las personas con las que ha tenido contacto o las webs que ha visitado.
    • Invertimos en esta o en aquella empresa, no por su evaluación por fundamentales, sino por la estimación de su valor en bolsa a partir del análisis histórico de su cotización, la de su competencia, su sector y la de toda su cadena de valor.

Y ahora nos atrevemos en muchos casos a delegar estas decisiones en la máquina, porque el aprendizaje automático ha mostrado que el nivel de acierto supera en muchas ocasiones al del ser humano. Aunque en muchas ocasiones no entendemos cómo el ordenador ha llegado a su conclusión, porque nos olvidamos de que no es una conclusión razonada, sino calculada, que no es lo mismo.

Pero la máquina sigue sin saber, sigue sin entender, sigue sin ser capaz de reflexionar, integrar pensamientos, inventar conceptos, ser consciente de sí misma y de lo que significa su entorno.

La máquina puede «entender» una palabra en un audio, puede repetirla, traducirla o encontrar palabras similares, pero NO SABE qué significa la palabra. Sabe que la palabra es la octava de la página 27 del diccionario, y puede dar un texto que nosotros llamamos «Significado», pero ella no entiende qué significa. Ni siquiera se lo plantea, porque NO PIENSA. Solo calcula (eso sí, de maneras complejas y con resultados asombrosos y en muchos casos muy útiles, cada vez más).

Keywords: intelligence, decision, if, then, think, undestand, mind