Calamares en su tinta

Recetas con calamares, chipirones o puntillitas (tan sólo una cuestión de tamaño) hay muchas. Para mi unos chopitos, unas rabas o unos calamares en su tinta son de las mejores opciones, aunque tienes también el arroz negro, los chipirones encebollados, el calamar plancha, …

Vayamos con los calamares en su tinta

Ingredientes

    • 1 1/2 Kg de calamares (o chipirones, pota o sepia)
    • 1 pimiento verde
    • 1/4 pimiento rojo
    • 2 cebollas
    • 2 dientes de ajo
    • 1 hoja de laurel
    • 1 lata de tomate triturado (400gr)
    • 2 a 4 sobres de tinta de calamar/sepia
    • 1 vaso de vino blanco (puedes usar cerveza en su lugar)
    • (opcional fumet de pescado)
    • arroz

Como en muchas ocasiones, todo empieza en el mercado. No es lo mismo el calamar que la pota (que es algo más dura y puede tener un sabor más fuerte). En función de la disponibilidad y tu gusto la receta la puedes hacer con calamar, con pota, o incluso con sepia si te apetece probar.

Otro aspecto a decidir es el tamaño, un chipirón de unos 10-15cm o un calamar de unos 20-30. Para esta receta no usaría puntillitas si te gusta notar el calamar (desaparecen en el guiso).

Una vez en casa, para ser más eficientes lo primero será cortar fina la cebolla y pocharla a fuego lento  con una cantidad generosa de aceite. Echa también los ajos picados muy finos y el pimiento cortado fino.

Mientras se pocha, y sin olvidar moverla de vez en cuando, procederemos a la limpieza de los calamares. Si sois varios en la cocina, podéis hacer esta labor «en serie»: uno se dedica a los cuerpos, otro a las cabezas, otro a los cortes.

calamares

En la limpieza del calamar los puntos principales son quitar las tripas y todo el interior del cuerpo del calamar, pluma incluida, y quitarle a la boca (en el centro de las patas) los «picos». Puedes elegir entre muchas opciones : dejar la piel o quitarla, cortar la cabeza justo por encima de los ojos o aprovechar más y vaciar las cuentas de los ojos, quitar de la boca los picos o quitar todo el saco que los contiene, tirar todas las tripas o conservar los sacos de tinta. Tú decides. Si a la hora de vaciar el cuerpo encuentras que tiene huevas (una masa amarilla en la que se nota la textura de las huevas -como caviar pero más viscosa-), puedes mantenerlas, dado que dan bastante sabor.

Una vez limpios, y en función del tamaño del calamar y de tus gustos, corta los cuerpos en cuadrados de unos 3 cm  de lado, o en anillas (a mi me gusta más en trozos que en anillas). Si los calamares son pequeños, puedes dejarlos enteros, si son grandes puedes querer partir la cabeza/patas por la mitad. Ten en cuenta que al cocer, el tamaño de las piezas se va a reducir a la mitad o un tercio del tamaño en fresco.

calamares troceados

Una vez la cebolla esté pochada (cuando haya empezado a coger color), añade el tomate y déjalo hacerse durante unos 10 minutos. Mientras tanto prepara el vaso de vino y echa dentro la tinta del calamar. Si habías reservado las tintas de los cuerpos cortalas por la mitad y échalas también en el vino aplastándolas para que suelten su contenido. Remuévelo todo para que se disuelva la tinta, aplastándo los sacos de tinta si los has echado.

Cuando el tomate empiece a estar hecho, y ya no quede líquido, añade el vino con las tintas (pasándolo por un colador si has usado los sacos de tinta de los calamares) y añade la hoja de laurel, dejando que el vino se caliente para que pierda algo de alcohol.

Añade los trozos de calamar. Ahora puedes echar 1/2 vaso de fumet si quieres. Deja cocer a fuego medio durante unos 20 minutos. Añade más fumet o algo de agua si se queda demasiado espeso.

Mientras tanto prepara un arroz blanco (calentar en un cazo un poco de aceite, echar el arroz, remover, poner doble de agua que de arroz, un poco de sal, fuego al máximo hasta que hierva y bajar a fuego medio-bajo hasta que esté hecho -unos 20 min.-).

Emplata y disfruta (tienes también la opción de dejarlo reposar -dicen que los guisos mejoran con el reposo, si aguantas sin comerlo antes-, y tomarlo al día siguiente -haciendo el arroz en ese momento-).

Receta de Sushi (maki)

Lo solemos llamar sushi a secas, pero en realidad el sushi tiene unas cuantas variantes. El origen de la palabra sushi tiene que ver con adobo, y con los años se ligó al arroz, aunque éste no estuviera en su origen. El pescado es el principal elemento, aunque también las verduras, o incluso el huevo y la carne son ingredientes que pueden formar parte de este plato.

Preparando el sushi

Por desconocimiento solemos llamar sushi de manera genérica a :

    • makisushi, es el típico rollito que se hace forma con alga nori como cubierta y en el interior tenemos una capa concéntrica de arroz y en el centro el pescado o los ingredientes que hayamos elegido. El rollo sale de la longitud del alga (unos 20 cms) y se corta en makis (tradicionalmente sale 8 de cada rollo con 3 cortes, o más si vas haciendo rodajas como si se tratara de un chorizo y te gustan más finos). Tradicionalmente se toman con palillos y en occidente nos hemos acostumbrado a remojarlos en salsa de soja y acompañarlos de un poco de wasabi y jengibre encurtido. En su elaboración hay variantes, como dejar el arroz por fuera, usar otros ingredientes como capa exterior (tortilla, verdura) o recubrirlos p.e. con caviar.

taco de makisushi

    • temaki, es una variante del maki, en que se forma un cono con el alga nori, de unos 8 cm, y dentro se pone el arroz y el resto de los ingredientes, sobresaliendo por la parte abierta.
    • nigiri (o nigirisushi), una bola de arroz al que s epone encima una lámina de pescado o del ingrediente que queramos. Puede atarse con una tira de alga nori. Se suele aderezar con un poco de wasabi y nosotros solemos «mojarlo» en salsa de soja.
    • sashimi, en realidad no es sushi, se trata de pescado cortado en láminas (finas, pero sin pasarse) y generalmente acompañado de wasabi, gengibre y soja. El pescado suele ser crudo, aunque puede estar también marinado o ligeramente cocina. Algunas variantes pueden preparase con verdura o carne en lugar de pescado.

En esta receta vamos a hacer makisushi, aunque una vez hayamos cogido el truco verás que pasar al resto de variantes ya es un juego de niños.

Ingredientes

(para hacer 10 rollos de sushi, unas 6-10 personas según si es plato principal o acompañamiento)
    • 500 gr de arroz para sushi (es más transparente y suelta menos almidón que el normal)
    • 700 ml de agua
    • 150 ml de vinagre de arroz condimentado para sushi (sushi-zu), si no tienes lo puedes preparar mezclando vinagre de arroz, azúcar y sal, típicamente en una proporción 5:2:1).
    • 10 hojas de alga nori
    • 300 gr de solomillo de atún
    • 400 gr de lomo de salmón, sin piel ni espinas
    • 5 gambones (la cola)
    • 1 aguacate
    • 1 huevo
    • 1 zanahoria
    • soja (reducida en sal a poder ser)
    • un poco de pasta de wasabi
    • jengibre encurtido

Para hacer makisushi necesitarás también una esterilla de bambú.

El primer elemento a trabajar es el pescado. Debemos comprar en la pescadería un pescado de una cierta calidad y tamaño. Recuerda que lo vamos a comer crudo, por lo que deberás congelarlo (al menos 48 horas).

Yo te recomiendo empezar con un lomo de salmón y un solomillo de atún. Puedes añadir también unos gambones. Una vez comprados, debes  congelarlo todo, para prevenir el anisakis, por lo que hacer este plato requiere cierta anticipación. Deja el pescado en el congelador y sácalo al cabo de unos días (yo suelo tener siempre en el congelador un trozo de cada y lo saco cuando nos apetece hacer sushi en casa, lo mismo 1 mes más tarde).

Al salmón hay que quitarle las espinas que le hayan quedado al sacar los lomos en la pescadería (las suelen cortar y se quedan en la carne). Para ello lo mejor es tirar de ellas usando unas pinzas (de quitar pelos) , que estén limpias. Detectarás las espinas pasando el dedo suavemente por la cara interna del lomo.

El pescado lo debes cortar en tiras. Lo más cómodo es aprovechar cuando todavía está semicongelado, de manera que está suficientemente blando como para cortarlo con un cuchillo afilado, pero suficientemente rígido como para mantener la forma y que las tiras te salgan con las líneas rectas.

salmon y atún en tiras

Las tiras deben tener aproximadamente 1 cm de ancho y alto, por todo el largo de la pieza de pescado. Una vez cojas práctica puedes probar a cortarla con otros anchos, según los ingredientes que vayas a juntar en el maki.

Si vas a usar gambones, pélalos y quítales el tracto digestivo (la «vena» negra que tienen en la espalda). Yo los suelo pasar un poco por la sartén (vuelta y vuelta) para reforzar su sabor.

Bate un huevo y haz una tortilla francesa, intenta que te quede larga. Cuando esté hecha córtala en tiras.

De verdura vamos a usar un aguacate. Pélalo y córtalo por la mitad (mejor a lo largo) y quítale el hueso. A continuación córtalo en láminas de unos 3 a 5 mm de grosor, y éstas en tiras.

aguacate en láminas

Puedes hacer también tiras con zanahoria (pélala, córtala en laminas a lo largo, y estas en tiras finas, de unos 2mm de ancho). A mi no me gusta el pepino, pero si a ti sí, puedes hacer láminas con un trozo y partirlas tb. en finas tiras.

Coloca los ingredientes en platos o fuentes, de manera que luego tengas a mano tu paleta de ingredientes para hacer el sushi.

paleta de ingredientes sushi

Pon el arroz en un colador y lávalo bajo el chorro de agua fría, hasta que el agua salga clara (unos 20 minutos moviendo el colador bajo el agua). Déjalo reposar unos minutos para que el agua escurra.

Pon en una cazuela 700 ml de agua , echa el arroz y ponla a fuego máximo hasta que hierva, a continuación tápala y baja el fuego a nivel medio. dejándolo unos 15 minutos.

Saca el arroz del fuego y dispérsalo en una fuente o bol grande (que no sea de aluminio para que no le afecte el vinagre). Vete echando el vinagre condimentado mientras mezclas con una espátula y abanicas el arroz para que se vaya enfriando hasta casi la temperatura ambiente (un abanico, una revista o un ventilador te ayudará en esta tarea). La espátula coge arroz desde abajo y lo mueve, volteándolo, no debe «remover» el arroz ni aplastarlo. Cuando acabes puedes cubrir el arroz con un paño húmedo para que no se seque.

Coge una hoja de alga nori y colócala sobre la esterilla (yo les suelo quitar una tira longitudinal de unos 2-3 cm cuando voy a a hacer rollos finos, para que no tengan demasiada alga), con la parte brillante hacia abajo.

Humedécete la mano en un bol de agua, coge «un puñado» de arroz y distribúyelo por el alga nori, dejando libre el primer cm y los últimos 2 o 3 cms. El arroz debe estar distribuido formando una capa fina (no te preocupes si hay alguna pequeña calva, si es grande rellénala). Es importante que los dedos esté húmedos para que el arroz se pegue menos. La distribución del arroz se hace con las puntas de los dedos (usando una mano, la otra sujeta la esterilla).

Elige los ingredientes de tu primer rollo y colócalos en el centro del arroz, formando una línea.

Coloca los pulgares de ambas manos por debajo del borde de la esterilla más cercano a ti, y sujeta los ingredientes con el resto de los dedos mientras haces un movimiento para enrollar la esterilla con la hoja de nori (los dedos gordos empujan mientras los demás sujetan para que los ingredientes no se caigan).

Cuando la esterilla toque el otro lado, aprieta todo hacia ti, de manera que presionamos en el interior del rollo el arroz con los ingredientes y dejamos que el extremo más alejado del alga nori salga por debajo de la esterilla a medida que la apretamos (este es el movimiento más crítico y requiere algo de práctica).

Es importante que el arroz este apretado, así es que nos traemos el extremo de la esterilla hacia nosotros con fuerza. A continuación cerramos el rollo haciendo rodar la esterilla. Antes de cerrarlo yo suelo humedecer el extremo del alga nori con un poco de wasabi diluido en agua (la humedad facilita el cierre del rollo, y el wasabi le añade un poco de sabor -muy poco, para no arruinarlo-). Si hemos apretado el rollo lo podemos dejar así, o podemos aplastar los lados para así darle una presión adicional (son matemáticas: dado un perímetro fijo, la superficie es menor en un cuadrado que en una circunferencia). Para acabar el rollo es conveniente humedecer los dedos y apretar los rollos por los 2 extremos de la esterilla, para compactar los extremos del rollo y que no se nos desmoronen.

Tienes 10 hojas, y al menos 3 ingredientes principales con 3 ingredientes secundarios, por lo que puedes hacer muchas combinaciones:

     

     

Cuando tengas todos los rollos, prepara una bandeja, una madera y un buen cuchillo. Toca cortar los makis.

El arroz se va a apegar al cuchillo, por lo que antes de cortar cada rollo debes limpiar el cuchillo bajo el chorro de agua, dejándolo húmedo. Sécate las manos, sujeta el rollo con una mano y corta «lonchas» deslizando el cuchillo sin aplicar demasiada fuerza. Cuando veas que ya no corta bien porque el cuchillo » se pega», te toca volverlo a limpiar. El grosor de los makis lo decides tú, pero ten en cuenta que deben entrar cómodamente en la boca. Si el rollo es ancho puedes cortar makis de 1 cm, si es fino pueden ser de hasta 2 cm.

Vete colocándolos en el plato o fuente según vas cortando, Los extremos yo suelo ponerlos en un plato aparte, porque el aspecto es muy distinto (aunque están igual de buenos).

Para servirlos, acompáñalos de salsa de soja (mejor si es salsa japonesa -es más ligera- y si es baja en sal -la salsa de soja tiene mucha sal, y vas a tomar bastante con los makis-). A mí me gusta poner también un poco de jengibre encurtido y unos «guisantes» de wasabi (no a todo el mundo le gusta, pero que puedan probar). Lo suyo es comerlo con palillos, pero al modo occidental: se moja el maki en un platillo con salsa de soja añadiendo o no una pizca de wasabi y un trocito de jengibre (los japoneses no le ponen  tanta salsa de soja, porque tapa en cierta medida el sabor del pescado).

 

Gestión de duplicados y discos

Si has leído la entrada Almacenamiento y Copia de Seguridad, es probable que ya estés siguiendo sus consejos de hacer copia de seguridad de tu información importante.

Con el tiempo, tus discos, los originales y los que mantienen las copias, se han convertido en lagunas donde descansan miles, cientos de miles de ficheros.

En mi ordenador portátil tengo 2 discos internos: uno tienen el sistema operativo y los programas, el otro tiene una parte importante de mi información personal y mis datos. Contiene 171.638 ficheros…

A la hora de gestionarlos me he encontrado con varios problemas:

      • Tengo muchos ficheros duplicados, las fotos del baile de la niña, que me bajé de internet, pero también las tengo en el directorio donde bajo las cosas del móvil, y en los attachments que descargué del correo.
      • Hago backup de mis ficheros a un disco externo de manera periódica (lo haces tú?), pero he cambiado la estructura de carpetas en el ordenador, y en el disco de backup se han quedado tanto en la estructura antigua como en la nueva.
      • No sabía cómo confirmar si mi backup tenía todos los ficheros que debía tener.
      • Cuando he podido comprobarlo (luego veremos cómo), me he encontrado que algunos ficheros no estaban bien (principalmente porque sin querer había editado en la copia en lugar de en el directorio original -eso implica que si posteriormente cambio el fichero original perderé los cambios realizados en el backup al hacer la copia-)
      • No tengo fácil saber qué ficheros han cambiado en mi ordenador, se han borrado o son nuevos desde p.e. la semana pasada (porque he instalado un nuevo programa, porque le he dejado el ordenador a mi hijo o porque he metido unos ficheros y no sé cuales ni dónde)
      • A la hora de hacer espacio para meter nueva información, me gustaría ver fácilmente cuales son los ficheros que más ocupan, y cuanto espacio pierdo en los principales ficheros duplicados.
      • Me gustaría encontrar rápidamente directorios o ficheros que cumplan ciertas condiciones mientras estoy gestionando el contenido de todo ese almacenamiento.
      • Tengo un disco de backup de un ordenador antiguo, pero no estoy seguro de si tengo ahí algún fichero que no metiera en su momento en el nuevo ordenador y me gustaría compararlos.

Cuántas de estas cosas te pasan también a ti?

Para resolver estos problemas he desarrollado el programa Duplica2 que puedes encontrar en la sección de páginas Relacionadas.

Duplica2

Con Duplica2 puedes  (manual del usuario):

    • Escanear tus discos o ciertos directorios que para ti son importantes, creando un catálogo de su contenido en un momento determinado, registrando su fecha de realización
    • Comparar 2 elementos del catálogo de procesos de escaneado, pudiendo ser:
      • del mismo disco o directorio, en 2 momentos distintos, para ver qué ha cambiado en el intervalo de tiempo entre ellos.
      • de 2 discos o directorios distintos (típicamente el original y donde guardamos la copia), para ver qué diferencias hay: qué hay en el original que aún no esté en la copia, qué hay en la copia que ya no esté en el original, qué hay en los 2 sitios, pero son diferentes
    • Buscar ficheros o directorios en cualquiera de los procesos de escaneado del catálogo, con una velocidad pasmosa
    • Ver, con un click, cuales son los ficheros más grandes
    • Ver qué en qué carpetas se concentra la ocupación de espacio.
    • Ver cuantos ficheros hay duplicados, de qué tipo son y cuánto espacio de disco estamos perdiendo por ello.
    • Localizar los ficheros duplicados en la estructura de directorios, pudiendo centrarme en los de determinados tipos si p.e. me interesa focalizar la localización sólo en imágenes, en vídeos, o en música, etc.
    • Gestionar los ficheros duplicados de manera sencilla, identificando qué quiero conservar y qué quiero borrar, sin necesidad de hacerlo fichero a fichero (puedes seleccionar ficheros individuales o indicar de qué directorio quiero borrar los duplicados)
    • Realizar el backup de un disco o directorio, pudiendo comprobar que está todo lo que tiene que estar, y chequeando antes que no he realizado cambios incontrolados en la copia de seguridad (funcionalidad aún no disponible)

El desarrollo de la primera release ha finalizado, ofreciéndose la funcionalidad completa de identificación y borrado de duplicados.

Yo hasta hora estoy usando el programa FreeFileSync para hacer mis copias de seguridad, pero probablemente incluya también esta funcionalidad en Duplica2  en una segunda fase, para tener todo en el mismo sitio, y para hacer algunas mejoras, como tener una catálogo de copias realizadas o asegurar que no pierdo información porque cometí el error de editar en la copia en lugar de en el original.

 

Gestión de Almacenamiento y Copias de Seguridad

Explosión de información, y ficheros

Si una cosa ha explotado de manera exponencial en los últimos años, es la información de la que disponemos,a nivel estatal o empresarial, y a nivel particular. Y con ella también se ha multiplicado nuestra capacidad de almacenamiento, para que no se nos pierda ningún dato, foto o video.

Han pasado casi 40 años desde aquella época en que guardábamos la información en disquetes flexibles de 256 KB (kilo bytes, miles de bytes, para simplificar imagina que ocupas un carácter de un documento por cada byte, en 256KB puedes meter un documento de 50 a 100 páginas ), después de 512 KB, y algo más tarde en los rígidos y más pequeños de 1,44 MB (mega bytes). Nota: en realidad en informática el múltiplo para los K’s no es 1.000, sino 1.024 (por ser una potencia de 2 -2^10-). Con ello el MB no es 1000×1000 bytes, sino 1024×1024, y así para el resto de unidades superiores.

Floppy disks

Los disquetes los podíamos llevar en una carpeta o una caja, los podíamos intercambiar y copiar. Teníamos unas pocas cajas en casa y perdíamos la información si pasaban cerca de un imán, se doblaban, o tras mucho uso.

En aquellos años aparecieron también los discos duros, estaban dentro del ordenador (aunque algún fabricante los tenía removibles), eran mucho más rápidos y tenían una capacidad mucho mayor, desde los 10 MB iniciales, a 20 MB poco después, 40, 60,100… Aumentando año a año, de manera similar a la potencia de los procesadores que cumplen la llamada ley de Moore (doblan su capacidad aproximadamente cada 2 años años).

Aparecieron algo después los dispositivos USB de almacenamiento, los pendrives, inicialmente con capacidades de 256MB, pero aumentando también rapidamente año a año. Inicialmente una canción ocupaba unos 40MB, pero con la compresión del formato mp3 se redujo a tan solo unos 3MB.

Y la capacidad de los discos duros siguió aumentando, 1GB (miles de millones de bytes), 10 GB, 100GB, 1TB (1 billón de bytes), o los actuales de varios TB. También la de los pendrives o las tarjetas SD, con capacidades de almacenamiento de p.e. 256GB en la punta de un dedo.

SD en la punta de un dedo

Y la memoria RAM? os acordáis del Spectrum de 16KB? hoy venden ordenadores portátiles con 16GB o más. El incremento es de 1 millón de veces en 35 años, y todavía hay veces que se nos queda corto…

Spectrum

Es lo que tienes las magnitudes que evolucionan de manera exponencial (ya lo hemos aprendido con el corona virus), aunque sea con índices pequeños, como en estos casos, que no llegan a 1,5.

CPU y RAM exponencial

Como particulares, dónde tenemos esta capacidad de almacenamiento?

La tenemos en nuestros móviles, en nuestros ordenadores, en nuestras tabletas, y desde hace no muchos años también en la nube, gracias a proveedores como Google, DropBox evernote,… También la tenemos en dispositivos «externos» o de backup (principalmente discos externos, pendrives y tarjetas SD -atrás quedaron otros medios como el CD o el DVD)

Y tenemos miles de gigabytes (GB) o varios terabytes (TB). Sí, miles de millones de bytes, o billones. Y los ocupamos con música, fotos y videos, muchos videos.

Elementos que es muy fácil generar gracias a los móviles y que llenan espacios donde a veces no volvemos a mirar.

Junto con esos ficheros multimedia también tenemos documentos, probablemente en proporción mucho menor, no como hace unos años, pero en muchos casos con una importancia mucho mayor.

Hoy en día el móvil es el principal generador de ficheros multimedia, algo nuevo, porque hace no tantos años que no teníamos casi ningún fichero de ese tipo. Os acordáis de las fotos en papel y de los negativos?

Y qué hacemos con tanta información?

Pues en muchos casos borrarla (no me cabía la película y he tenido que eliminar unas cuantas fotos) o perderla (se estropeó mi móvil -o mi ordenador-) y lo he perdido todo.

Y en pocos casos mirarla, disfrutarla, ordenarla, explotarla de alguna manera. Sí, el primer día sí, pero luego queda en el olvido, hasta que un domingo por la tarde no sé que hacer y me pongo a ver las fotos del último verano.

Pero ahí está, por si algún día tengo que volver a leer la letra pequeña de la hipoteca.

Te acuerdas de esa receta que te pasaron por correo hace 3 años? yo tampoco…

La Copia de Seguridad (backup)

Mucha gente no sabe lo que es. Otros lo tienen muy claro porque lo han sufrido en sus carnes: tus documentos se pueden perder. Si la información es importante hay que tener al menos una copia de seguridad, y si se es responsable y organizado se siguen además algunas pautas que son muy recomendables:

      • Tener una copia de seguridad siempre de todo documento importante, y si se puede más de una mejor (aunque su gestión sea más compleja)
      • Si el volumen es importante, discriminar. Elige de qué hacer backup y de qué no (esos chistes de whatsapp ocupan más que las fotos de tu bebé?)
      • Mantener la copia de seguridad en un lugar distinto al del original, para reducir la probabilidad de perder las dos ante un accidente
      • Actualización frecuente de la copia de seguridad (si ocurre un desastre perderemos todo lo que añadimos o modificamos desde la última vez que actualizamos la copia)
      • Verificación periódica de los medios de almacenamiento y su contenido (está todo? sigue funcionando?), y al primer problema se pasa todo a un nuevo medio)
      • Actualización de la tecnología de almacenamiento: lo que teníamos en CD’s lo pasamos a DVD, y de ahí a discos externos o a la nube. Encontraré a día de hoy algún lector para mis viejos disquetes de 1.444MB?.
      • Pensar en la seguridad de acceso a las copias de seguridad. Están accesibles a cualquiera que la encuentre? Las he encriptado? me acordaré de la password? Existirá dentro de 5 años el programa que me permita acceder o desencriptar?
      • Exigir lo mismo a nuestro proveedores, y comprobar que lo cumplen. Haces copias de seguridad en la nube? muy bien, pero aunque la probabilidad de pérdida puede que sea menor a la de tu disco, se cumplen las pautas?