Tu jardín, tu huerto

Acercarse a la naturaleza, en cualquiera de sus modos, es una actividad muy gratificante. Las alternativas son muchas, desde pasear o ir de excursión a admirar un hormiguero o cuidar una mascota.

En esta sección vamos a hablar de construir naturaleza en nuestro entorno.  Si hoy te has levantado ecologista y pensando en un mundo sostenible, éste es un buen sitio por dónde empezar.

Según tus posibilidades, tus medios y tus ganas lo podrás abordar de distintas maneras.

Mi Huerta

El mínimo está al alcance de todos, puedes hacerlo en el jardín, dar forma a un huerto (rural o urbano) o construir en una maceta. Si quieres hacerlo de otra manera, puedes crear (y compartir) en el monte, en un campo no muy cuidado o en la ciudad en el espacio de un árbol que haya quedado vacío, aunque ahí tendrás que comprobar primero si las necesidades de agua van a estar cubiertas o elegir alguna variedad que sea poco exigente.

Qué plantar? Esto va a depender de muchas cosas pero las básicas son 2: qué te permiten las condiciones medioambientales y del terreno en que vas a trabajar por un lado, y cual es tu objetivo por otro (ornamental, entretenimiento o productivo -te quieres comer el fruto de tu trabajo-). A partir de ahí tus gustos marcan la pauta.

No todos los momentos del año son adecuados para cualquier tipo de inicio, por lo que un calendario de siembra y cosecha será también un elemento importante, más si esto no se va a convertir en un hobbie pasajero, sino que va a perdurar por años (te lo recomiendo).

Otro de los aspectos a considerar en el comienzo es, por dónde empezar: puedes empezar desde la semilla (o antes, desde la obtención de la semilla), o puedes empezar desde un plantón comprado, o incluso de una planta ya crecida. El camino es más largo y con más posibilidades de fracaso cuanto antes lo comencemos, pero te aseguro que también se disfruta más cuando arranca desde cero, desde la hoja en blanco.

Jardín o Huerta

Realmente no es obligatorio elegir, puedes combinar ambos mundos.

Pelo CespedSi tienes un jardín puedes dedicar una parte pequeña (la más soleada) para construir una pequeña huerta. Si vas a montar tu vergel en una maceta, puedes hacerlo plantando tomates, un limonero o un bonsai de ficus. Y quien no ha visto alguna vez uno de esos peluches con pelo de hierba?

Fases

El huerto o el jardín son hobbies a largo plazo. No nos da el arranque por la mañana y por la noche ya estamos preparando la ensalada. Requiere planificación, algo de esfuerzo (tampoco demasiado) y continuidad en la dedicación (no todos los días, pero sí todas las semanas).

Como hemos comentado es más entretenido si empezamos desde cero (planificación y obtención de las semillas), pero no siempre estará a nuestro alcance, por lo que nos podemos reenganchar en cualquiera de las fases del cuidado de las plantas (dejando las previas para el especialista, el de la tienda o nuestro vecino):

      1. Obtención de semillas
      2. Siembra
      3. Trasplante de plantones
      4. Riego y cuidados
      5. Cosecha
      6. Poda

Si te sientes perezoso para iniciar hoy esta afición, puedes comenzar por el final, ve al jardín o al huerto de tu vecino, y ejercitar la 7ª: disfrutar de la naturaleza. Si no, será como en la creación: «y al séptimo día, descansó», y disfrutó de lo creado.

Puede que disfrutando de ello te crezcan las ganas de participar en su desarrollo. Si no, ya sabes que el final de esta afición se solapa con el inicio de otra que también es muy recomendable: la cocina.

Y es estupendo cuando se combinan ambas aficiones y cocinas incluyendo alimentos que tú mismo has hecho crecer, sean una hierbas o unos limones para aderezar un primer plato o una ensalada, unas patatas, unos tomates o unos pimientos para acompañar plato principal, o unas fresas o unas naranjas para hacer de protagonista de un postre.

Cosecha

 

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