Ingredientes 2 codillos en salmuera (unos 400gr de codillo por persona) 2 cebollas 4 cucharadas de mostaza antigua 4 cucharadas de miel Opcional: puré de patata, col cocida y/o compota de manzana
Poner los codillos en remojo durante unas 10 horas, para reducir el nivel de sal (si no saldrían muy salados; con este lavado tampoco hará falta añadir sal al cocinar). Cambiar el agua 1 o 2 veces.
Transcurridas las 10 horas, secarlos y huntarlos con la miel y la mostaza. Dejarlos reposar el mayor tiempo posible (si pueden ser 4-6 horas mejor, en la nevera).
Cortar las cebollas en tiras o trozos pequeños y pocharlas.
Poner la cebolla pochada en la crockpot, y encima los codillos, con toda la miel y mostaza que les habíamos puesto.
Poner la crockpot en low, durante 10-12 horas.
Al cabo de las 10 horas los huesos deberían quedar sueltos y poder sacarse sin destrozar el codillo. Sacarlos y reservarlos para hacer una buena sopa otro día.
Poner los codillos en una bandeja, sin la salsa (suelta bastante, muy sabrosa), y meterlos en el horno durante 15 minutos a 200º, para tostar la piel e intentar que se quede crujiente (yo no lo he conseguido). Se pueden proteger las partes sin piel con un poco de papel de aluminio.
La salsa es bastante abundante y la podemos reducir poniéndola al fuego fuerte durante 15 minutos, o hasta que veamos que la cantidad es la adecuada.
Para acompañar se puede hacer un puré de patata, una compota de manzana o añadir un trozo de col cocida (he probado a meter la col junto con el codillo para que se hagan juntos, pero le da demasiado sabor, mejor cocerla aparte).
Sacar del horno y servir con la salsa y el acompañamiento.
Y si sobra lgo siempre puedes hacer unas ricas croquetas de codillo a la mostaza con miel!