Costillas con patatas

Los costillares de cerdo se pueden cocinar de muchas maneras. Es típico el costillar con salsa de BBQ.

Aquí te traigo una alternativa que no está nada mal

Ingredientes

      • 500gr de costilla de cerdo adobada (vamos a aprovechar el adobo para darle sabor a este plato),
      • 750gr de patatas,
      • 1 cebolla,
      • 1 pimiento verde,
      • pimiento choricero y/o ñoras (p.e. 1 pimiento -o una cucharada de su pulpa- y 1 ñora),
      • 2 ajos,
      • 1 zanahoria,
      • 1 tomate grande o 2 cucharadas de tomate frito.
      • Agua o caldo de carne (yo he usado el caldo sobrante de un codillo a la miel y mostaza y te puedes imaginar…)
      • Sal al gusto

Cortar la cebolla, el ajo y el pimiento en trocitos. Pochar a fuego lento. Al cabo de un rato añadir las zanahorias picadas, y el tomate si usamos tomate natural, seguir pochando.

Cortar las patatas (chascar) en trozos de tamaño medio.

Partir el costillar en 2 o 3 trozos.

Meter en la crockpot junto con el resto de ingredientes, echar el caldo, casi hasta cubrir, y dejar 4 1/2 horas, en temperatura alta (las patatas necesitan un poco de temperatura para hacerse mejor)

Una vez finalizado el tiempo sacar el costillar, quitar los huesos (habrán quedado sueltos y saldrán facilmente y limpios) y cortar la carne en trozos del tamaño para un bocado.

Tiras de pollo con tomate y queso (y cuscus a la cerveza)

Estando un día sin menú, ataqué la nevera para ver qué ingredientes había y qué podía hacer con ellos.

No había para ninguno que me permitiera recrear  los clásicos, así que decidí innovar, y el resultado me gustó, tanto como para haber repetido la receta varias veces:

Ingredientes

    • 500 gr de pollo, puede ser pechuga o contramuslo (en mi caso han sido pechugas)
    • 1 cebolla 
    • 1 pimiento rojiverde (o un trozo de cada color)
    • 80 gr de concentrado de tomate, 300 gr de tomate frito o 400 gr de tomate triturado
    • 1 cucharadita de mostaza (en mi caso mostaza antigua)
    • 150 gr de queso cheddar rallado (mejor si lo rallas tú  de un bloque de cheddar curado)
    • 1 vaso pequeño de leche (para que la salsa quede líquida y viscosa)

Para acompañar

    • 1 vaso de cus-cus
    • 1 cerveza (p.e. tostada, si te gusta el sabor)

Pica la cebolla y el pimiento finos  y ponlos a pochar en una sartén a fuego medio, con un chorro de aceite.

Pochar

Mientras, quita el exceso de grasa al pollo y córtalo en tiras finas (de aprox. 6mm de sección y de 3 a 6cm de largo -puedes hacerlas para un bocado, o largas que requieran partirlas para comerlas-).

Opcionalmente puedes darle un toque ahumado a las tiras. En mi caso tenía encendida la chimenea y decidí acercarle la parrilla (sin dejar que la carne se haga).

 

 

Cuando la cebolla esté pochada sube el fuego y vete incorporando las tiras de pollo sin parar de mover (para que el pollo se dore pero la cebolla no se queme).

Cuando el pollo ya esté hecho (será rápido, por que es fino) incorpora el tomate y sigue removiendo (a fuego medio si no usas tomate triturado, bájalo si es frito o concentrado).

Cuando se haya reducido el líquido añade la mostaza y remueve.

A continuación, a fuego medio, incorpora la leche y, cuando este caliente, baja el fuego y añade el queso rallado, removiendo hasta que se funda y se mezcle con el resto de ingredientes.

Si la salsa queda demasiado espesa puedes añadir más leche. Si queda demasiado líquida, déjala evaporar mientras remueves.

El objetivo es que quede una salsa viscosa, ni demasiado líquida ni que sean pegotes de queso que no se separen de la carne)

Hecha en un bol el cus-cus y aproximadamente el doble de volumen de cerveza. Añade un pellizco de sal y unas gotas de aceite.

Pon el bol en el microondas. Al cabo de un minuto sácalo y remuévelo, desgranando los «grumos» que pueda haber. Vuelve a meterlo en el microondas y repite la operación hasta que el cus-cus esté hecho (si se queda seco antes de hacerse añade un poco más de cerveza o agua). Lo ideal es que el cus-cus quede suelto cuando acabe de hacerse.

 

Ya puedes emplatar: un cucharón de pollo con su salsa y un par de cucharadas de cus-cus

 

Opcionalmente puedes hacer el cus-cus con agua o caldo en lugar de cerveza (o probar con cervezas más claras o más oscuras). También puedes sustituir el cus-cus por un arroz (jazmín o basmati, por ejemplo)

 

Lentejas al curry

Ingredientes

- 500 gr de lentejas (p.e. pardiñas)
- 1 cebolla grande
- 2 o 3 dientes de ajo
- 1/2 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 2 cucharadas de curry. 

* Opcional: añadir un poco de gengibre, pimienta y/o pimentón.
* Opcional: usar un caldo de carne junto con el agua
* Opcional: tomate, zanahoria y/o patatas (le da un toque más castellano y menos indio)

 

Picar la cebolla y el pimiento. Picar el ajo muy finito. Poner en la olla con aceite y dejar pochar lentamente. Si se va a poner gengibre fresco añadirlo también.

Si se van a poner zanahorias, cortar dos en trozos pequeños y añadirlas cuando la cebolla esté a medio pochar. Si se va a poner tomate, cortarlo en dados pequeños y añadirlo cuando la cebolla este pochada y remover hasta que se haga.

Cuando haya cogido bastante color echar las lentejas y remover. A continuación echar el curry, y remover medio minuto (no más, para que no se queme).

Si se van a añadir patatas, es el momento.

Echar agua (y caldo si lo usas) cubriendo las lentejas y otro tanto (se puede ir añadiendo luego según se vaya absorviendo).
Subir el fuego y cuando empiece a hervir bajarlo y dejarlo cocer a fuego medio durante un par de horas o hasta que estén tiernas, removiendo de vez en cuando. Ajustar el punto de sal.

Preparar mientras un arroz (normal o basmati) para acompañamiento.

Codillo a la mostaza con miel

Ingredientes

2 codillos en salmuera (unos 400gr de codillo por persona)
2 cebollas
4 cucharadas de mostaza antigua
4 cucharadas de miel

Opcional: puré de patata, col cocida y/o compota de manzana

 

Poner los codillos en remojo durante unas 10 horas, para reducir el nivel de sal (si no saldrían muy salados; con este lavado tampoco hará falta añadir sal al cocinar). Cambiar el agua 1 o 2 veces.

Desalar codillo

Transcurridas las 10 horas, secarlos y huntarlos con la miel y la mostaza. Dejarlos reposar el mayor tiempo posible (si pueden ser 4-6 horas mejor, en la nevera).

Macerar con miel y mostaza

Cortar las cebollas en tiras o trozos pequeños y pocharlas.

Poner la cebolla pochada en la crockpot, y encima los codillos, con toda la miel y mostaza que les habíamos puesto.

Poner la crockpot en low, durante 10-12 horas.

Al cabo de las 10 horas los huesos deberían quedar sueltos y poder sacarse sin destrozar el codillo. Sacarlos y reservarlos para hacer una buena sopa otro día.

crockpot 10 horas después

Poner los codillos en una bandeja, sin la salsa (suelta bastante, muy sabrosa), y meterlos en el horno durante 15 minutos a 200º, para tostar la piel e intentar que se quede crujiente (yo no lo he conseguido). Se pueden proteger las partes sin piel con un poco de papel de aluminio.

La salsa es bastante abundante y la podemos reducir poniéndola al fuego fuerte durante 15 minutos, o hasta que veamos que la cantidad es la adecuada.

Para acompañar se puede hacer un puré de patata, una compota de manzana o añadir un trozo de col cocida (he probado a meter la col junto con el codillo para que se hagan juntos, pero le da demasiado sabor, mejor cocerla aparte).

Sacar del horno y servir con la salsa y el acompañamiento.

Y si sobra lgo siempre puedes hacer unas ricas croquetas de codillo a la mostaza con miel!

Calamares en su tinta

Recetas con calamares, chipirones o puntillitas (tan sólo una cuestión de tamaño) hay muchas. Para mi unos chopitos, unas rabas o unos calamares en su tinta son de las mejores opciones, aunque tienes también el arroz negro, los chipirones encebollados, el calamar plancha, …

Vayamos con los calamares en su tinta

Ingredientes

    • 1 1/2 Kg de calamares (o chipirones, pota o sepia)
    • 1 pimiento verde
    • 1/4 pimiento rojo
    • 2 cebollas
    • 2 dientes de ajo
    • 1 hoja de laurel
    • 1 lata de tomate triturado (400gr)
    • 2 a 4 sobres de tinta de calamar/sepia
    • 1 vaso de vino blanco (puedes usar cerveza en su lugar)
    • (opcional fumet de pescado)
    • arroz

Como en muchas ocasiones, todo empieza en el mercado. No es lo mismo el calamar que la pota (que es algo más dura y puede tener un sabor más fuerte). En función de la disponibilidad y tu gusto la receta la puedes hacer con calamar, con pota, o incluso con sepia si te apetece probar.

Otro aspecto a decidir es el tamaño, un chipirón de unos 10-15cm o un calamar de unos 20-30. Para esta receta no usaría puntillitas si te gusta notar el calamar (desaparecen en el guiso).

Una vez en casa, para ser más eficientes lo primero será cortar fina la cebolla y pocharla a fuego lento  con una cantidad generosa de aceite. Echa también los ajos picados muy finos y el pimiento cortado fino.

Mientras se pocha, y sin olvidar moverla de vez en cuando, procederemos a la limpieza de los calamares. Si sois varios en la cocina, podéis hacer esta labor «en serie»: uno se dedica a los cuerpos, otro a las cabezas, otro a los cortes.

calamares

En la limpieza del calamar los puntos principales son quitar las tripas y todo el interior del cuerpo del calamar, pluma incluida, y quitarle a la boca (en el centro de las patas) los «picos». Puedes elegir entre muchas opciones : dejar la piel o quitarla, cortar la cabeza justo por encima de los ojos o aprovechar más y vaciar las cuentas de los ojos, quitar de la boca los picos o quitar todo el saco que los contiene, tirar todas las tripas o conservar los sacos de tinta. Tú decides. Si a la hora de vaciar el cuerpo encuentras que tiene huevas (una masa amarilla en la que se nota la textura de las huevas -como caviar pero más viscosa-), puedes mantenerlas, dado que dan bastante sabor.

Una vez limpios, y en función del tamaño del calamar y de tus gustos, corta los cuerpos en cuadrados de unos 3 cm  de lado, o en anillas (a mi me gusta más en trozos que en anillas). Si los calamares son pequeños, puedes dejarlos enteros, si son grandes puedes querer partir la cabeza/patas por la mitad. Ten en cuenta que al cocer, el tamaño de las piezas se va a reducir a la mitad o un tercio del tamaño en fresco.

calamares troceados

Una vez la cebolla esté pochada (cuando haya empezado a coger color), añade el tomate y déjalo hacerse durante unos 10 minutos. Mientras tanto prepara el vaso de vino y echa dentro la tinta del calamar. Si habías reservado las tintas de los cuerpos cortalas por la mitad y échalas también en el vino aplastándolas para que suelten su contenido. Remuévelo todo para que se disuelva la tinta, aplastándo los sacos de tinta si los has echado.

Cuando el tomate empiece a estar hecho, y ya no quede líquido, añade el vino con las tintas (pasándolo por un colador si has usado los sacos de tinta de los calamares) y añade la hoja de laurel, dejando que el vino se caliente para que pierda algo de alcohol.

Añade los trozos de calamar. Ahora puedes echar 1/2 vaso de fumet si quieres. Deja cocer a fuego medio durante unos 20 minutos. Añade más fumet o algo de agua si se queda demasiado espeso.

Mientras tanto prepara un arroz blanco (calentar en un cazo un poco de aceite, echar el arroz, remover, poner doble de agua que de arroz, un poco de sal, fuego al máximo hasta que hierva y bajar a fuego medio-bajo hasta que esté hecho -unos 20 min.-).

Emplata y disfruta (tienes también la opción de dejarlo reposar -dicen que los guisos mejoran con el reposo, si aguantas sin comerlo antes-, y tomarlo al día siguiente -haciendo el arroz en ese momento-).

Receta de Sushi (maki)

Lo solemos llamar sushi a secas, pero en realidad el sushi tiene unas cuantas variantes. El origen de la palabra sushi tiene que ver con adobo, y con los años se ligó al arroz, aunque éste no estuviera en su origen. El pescado es el principal elemento, aunque también las verduras, o incluso el huevo y la carne son ingredientes que pueden formar parte de este plato.

Preparando el sushi

Por desconocimiento solemos llamar sushi de manera genérica a :

    • makisushi, es el típico rollito que se hace forma con alga nori como cubierta y en el interior tenemos una capa concéntrica de arroz y en el centro el pescado o los ingredientes que hayamos elegido. El rollo sale de la longitud del alga (unos 20 cms) y se corta en makis (tradicionalmente sale 8 de cada rollo con 3 cortes, o más si vas haciendo rodajas como si se tratara de un chorizo y te gustan más finos). Tradicionalmente se toman con palillos y en occidente nos hemos acostumbrado a remojarlos en salsa de soja y acompañarlos de un poco de wasabi y jengibre encurtido. En su elaboración hay variantes, como dejar el arroz por fuera, usar otros ingredientes como capa exterior (tortilla, verdura) o recubrirlos p.e. con caviar.

taco de makisushi

    • temaki, es una variante del maki, en que se forma un cono con el alga nori, de unos 8 cm, y dentro se pone el arroz y el resto de los ingredientes, sobresaliendo por la parte abierta.
    • nigiri (o nigirisushi), una bola de arroz al que s epone encima una lámina de pescado o del ingrediente que queramos. Puede atarse con una tira de alga nori. Se suele aderezar con un poco de wasabi y nosotros solemos «mojarlo» en salsa de soja.
    • sashimi, en realidad no es sushi, se trata de pescado cortado en láminas (finas, pero sin pasarse) y generalmente acompañado de wasabi, gengibre y soja. El pescado suele ser crudo, aunque puede estar también marinado o ligeramente cocina. Algunas variantes pueden preparase con verdura o carne en lugar de pescado.

En esta receta vamos a hacer makisushi, aunque una vez hayamos cogido el truco verás que pasar al resto de variantes ya es un juego de niños.

Ingredientes

(para hacer 10 rollos de sushi, unas 6-10 personas según si es plato principal o acompañamiento)
    • 500 gr de arroz para sushi (es más transparente y suelta menos almidón que el normal)
    • 700 ml de agua
    • 150 ml de vinagre de arroz condimentado para sushi (sushi-zu), si no tienes lo puedes preparar mezclando vinagre de arroz, azúcar y sal, típicamente en una proporción 5:2:1).
    • 10 hojas de alga nori
    • 300 gr de solomillo de atún
    • 400 gr de lomo de salmón, sin piel ni espinas
    • 5 gambones (la cola)
    • 1 aguacate
    • 1 huevo
    • 1 zanahoria
    • soja (reducida en sal a poder ser)
    • un poco de pasta de wasabi
    • jengibre encurtido

Para hacer makisushi necesitarás también una esterilla de bambú.

El primer elemento a trabajar es el pescado. Debemos comprar en la pescadería un pescado de una cierta calidad y tamaño. Recuerda que lo vamos a comer crudo, por lo que deberás congelarlo (al menos 48 horas).

Yo te recomiendo empezar con un lomo de salmón y un solomillo de atún. Puedes añadir también unos gambones. Una vez comprados, debes  congelarlo todo, para prevenir el anisakis, por lo que hacer este plato requiere cierta anticipación. Deja el pescado en el congelador y sácalo al cabo de unos días (yo suelo tener siempre en el congelador un trozo de cada y lo saco cuando nos apetece hacer sushi en casa, lo mismo 1 mes más tarde).

Al salmón hay que quitarle las espinas que le hayan quedado al sacar los lomos en la pescadería (las suelen cortar y se quedan en la carne). Para ello lo mejor es tirar de ellas usando unas pinzas (de quitar pelos) , que estén limpias. Detectarás las espinas pasando el dedo suavemente por la cara interna del lomo.

El pescado lo debes cortar en tiras. Lo más cómodo es aprovechar cuando todavía está semicongelado, de manera que está suficientemente blando como para cortarlo con un cuchillo afilado, pero suficientemente rígido como para mantener la forma y que las tiras te salgan con las líneas rectas.

salmon y atún en tiras

Las tiras deben tener aproximadamente 1 cm de ancho y alto, por todo el largo de la pieza de pescado. Una vez cojas práctica puedes probar a cortarla con otros anchos, según los ingredientes que vayas a juntar en el maki.

Si vas a usar gambones, pélalos y quítales el tracto digestivo (la «vena» negra que tienen en la espalda). Yo los suelo pasar un poco por la sartén (vuelta y vuelta) para reforzar su sabor.

Bate un huevo y haz una tortilla francesa, intenta que te quede larga. Cuando esté hecha córtala en tiras.

De verdura vamos a usar un aguacate. Pélalo y córtalo por la mitad (mejor a lo largo) y quítale el hueso. A continuación córtalo en láminas de unos 3 a 5 mm de grosor, y éstas en tiras.

aguacate en láminas

Puedes hacer también tiras con zanahoria (pélala, córtala en laminas a lo largo, y estas en tiras finas, de unos 2mm de ancho). A mi no me gusta el pepino, pero si a ti sí, puedes hacer láminas con un trozo y partirlas tb. en finas tiras.

Coloca los ingredientes en platos o fuentes, de manera que luego tengas a mano tu paleta de ingredientes para hacer el sushi.

paleta de ingredientes sushi

Pon el arroz en un colador y lávalo bajo el chorro de agua fría, hasta que el agua salga clara (unos 20 minutos moviendo el colador bajo el agua). Déjalo reposar unos minutos para que el agua escurra.

Pon en una cazuela 700 ml de agua , echa el arroz y ponla a fuego máximo hasta que hierva, a continuación tápala y baja el fuego a nivel medio. dejándolo unos 15 minutos.

Saca el arroz del fuego y dispérsalo en una fuente o bol grande (que no sea de aluminio para que no le afecte el vinagre). Vete echando el vinagre condimentado mientras mezclas con una espátula y abanicas el arroz para que se vaya enfriando hasta casi la temperatura ambiente (un abanico, una revista o un ventilador te ayudará en esta tarea). La espátula coge arroz desde abajo y lo mueve, volteándolo, no debe «remover» el arroz ni aplastarlo. Cuando acabes puedes cubrir el arroz con un paño húmedo para que no se seque.

Coge una hoja de alga nori y colócala sobre la esterilla (yo les suelo quitar una tira longitudinal de unos 2-3 cm cuando voy a a hacer rollos finos, para que no tengan demasiada alga), con la parte brillante hacia abajo.

Humedécete la mano en un bol de agua, coge «un puñado» de arroz y distribúyelo por el alga nori, dejando libre el primer cm y los últimos 2 o 3 cms. El arroz debe estar distribuido formando una capa fina (no te preocupes si hay alguna pequeña calva, si es grande rellénala). Es importante que los dedos esté húmedos para que el arroz se pegue menos. La distribución del arroz se hace con las puntas de los dedos (usando una mano, la otra sujeta la esterilla).

Elige los ingredientes de tu primer rollo y colócalos en el centro del arroz, formando una línea.

Coloca los pulgares de ambas manos por debajo del borde de la esterilla más cercano a ti, y sujeta los ingredientes con el resto de los dedos mientras haces un movimiento para enrollar la esterilla con la hoja de nori (los dedos gordos empujan mientras los demás sujetan para que los ingredientes no se caigan).

Cuando la esterilla toque el otro lado, aprieta todo hacia ti, de manera que presionamos en el interior del rollo el arroz con los ingredientes y dejamos que el extremo más alejado del alga nori salga por debajo de la esterilla a medida que la apretamos (este es el movimiento más crítico y requiere algo de práctica).

Es importante que el arroz este apretado, así es que nos traemos el extremo de la esterilla hacia nosotros con fuerza. A continuación cerramos el rollo haciendo rodar la esterilla. Antes de cerrarlo yo suelo humedecer el extremo del alga nori con un poco de wasabi diluido en agua (la humedad facilita el cierre del rollo, y el wasabi le añade un poco de sabor -muy poco, para no arruinarlo-). Si hemos apretado el rollo lo podemos dejar así, o podemos aplastar los lados para así darle una presión adicional (son matemáticas: dado un perímetro fijo, la superficie es menor en un cuadrado que en una circunferencia). Para acabar el rollo es conveniente humedecer los dedos y apretar los rollos por los 2 extremos de la esterilla, para compactar los extremos del rollo y que no se nos desmoronen.

Tienes 10 hojas, y al menos 3 ingredientes principales con 3 ingredientes secundarios, por lo que puedes hacer muchas combinaciones:

     

     

Cuando tengas todos los rollos, prepara una bandeja, una madera y un buen cuchillo. Toca cortar los makis.

El arroz se va a apegar al cuchillo, por lo que antes de cortar cada rollo debes limpiar el cuchillo bajo el chorro de agua, dejándolo húmedo. Sécate las manos, sujeta el rollo con una mano y corta «lonchas» deslizando el cuchillo sin aplicar demasiada fuerza. Cuando veas que ya no corta bien porque el cuchillo » se pega», te toca volverlo a limpiar. El grosor de los makis lo decides tú, pero ten en cuenta que deben entrar cómodamente en la boca. Si el rollo es ancho puedes cortar makis de 1 cm, si es fino pueden ser de hasta 2 cm.

Vete colocándolos en el plato o fuente según vas cortando, Los extremos yo suelo ponerlos en un plato aparte, porque el aspecto es muy distinto (aunque están igual de buenos).

Para servirlos, acompáñalos de salsa de soja (mejor si es salsa japonesa -es más ligera- y si es baja en sal -la salsa de soja tiene mucha sal, y vas a tomar bastante con los makis-). A mí me gusta poner también un poco de jengibre encurtido y unos «guisantes» de wasabi (no a todo el mundo le gusta, pero que puedan probar). Lo suyo es comerlo con palillos, pero al modo occidental: se moja el maki en un platillo con salsa de soja añadiendo o no una pizca de wasabi y un trocito de jengibre (los japoneses no le ponen  tanta salsa de soja, porque tapa en cierta medida el sabor del pescado).

 

Pochar cebolla

La cebolla es uno de los elementos más básicos de la comida española, pero también de la de muchos otros países.

Para pochar la cebolla lo primero es partirla según las necesidades de la receta:

    • gruesa, en cuadrados
    • en aros
    • en tiras
    • picada fina

Cebolla Picada

A continuación pondremos aceite en una sartén (como mínimo debe mojar toda la superficie, si echamos más facilitaremos la preparación de la cebolla, pero puede añadirle demasiada grasa al plato que quieras elaborar).

Pochando cebolla

Echamos la cebolla y la dejamos hacer a fuego medio-bajo, removiendo continuamente. Si ponemos el fuego más alto se hará más rápido y habrá que mover continuamente. Si lo ponemos más bajo se hará de manera más uniforme, tardará más y moveremos con menos frecuencia, p.e. cada minuto.

El punto final de la cebolla dependerá de la receta: que esté transparente, que empiece a tostarse o que esté tostada.

Cebolla Pochada 1Cebolla pochada 2

Cuando pasa a estar transparente ya ha perdido su picor natural. A partir de ahí irá resaltándose el dulzor y el sabor a cebolla frita. No te preocupes si se tuesta (mientras no se queme), si la dejas absorber líquidos se volverá trasparente de nuevo, quedando con un poco de color y con ese sabor más dulzón, de cebolla frita.

 

Pollo al curry

Esta receta es una de las muchas que puedes hacer con curry. en las sección de páginas Relacionadas podrás encontrar otra con coco y verduras.

La receta se puede hacer con pollo, pero también con cordero o con cerdo.

Si usas pollo es mejor utilizar contramuslos deshuesados que pechuga (la pechuga es más seca y quedará un plato menos jugoso). Si usas cerdo utiliza jamón o solomillo mejor que lomo (por el mismo motivo, el lomo es una carne menos jugosa).

Curry de Pollo

Ingredientes

    • 600 gr de contramuslo de pollo deshuesado (o la carne que tú elijas)
    • 1 cebolla grande
    • 1 o 2 dientes de ajo
    • 2 cucharaditas de curry en polvo
    • 1 yogur o 200 ml de nata para cocinar (no pasa nada si pones 1 de cada, prueba tus variaciones)
    • (Opcional) Un poco de jengibre rallado o en polvo

Para acompañar

    • 1 vaso de arroz basmati (es el mejor tipo de arroz para platos con curry. Si no tienes usa arroz normal)
    • (Opcional) la ralladura de media naranja

Pica la cebolla y el ajo muy finos y ponlos a pochar en una sartén a fuego medio, con un chorro de aceite (puede ser de oliva, de sésamo o de cacahuete, cada uno de ellos le añade un aroma un poco distinto).

Si lo vas a usar, cuando esté transparente la cebolla añade el jengibre. Sigue pochando, removiendo  hasta que empiece a tostarse la cebolla.

Mientras, limpia la carne del exceso de grasa y córtala en dados, de unos 2 cms de lado.

Dados de pollo

Cuando ya aparezcan los tonos marrones en la cebolla, apártala a un cuenco. Asegúrate de que haya quedado algo de aceite en la sartén, y si no, añade un poco. Sube el fuego al máximo.

Vete echando el pollo, para que se selle completamente. Remueve para que se haga por todos los lados. Añade el curry y remueve.

Curry de madrás

Incorpora el yogur y/o la nata y baja el fuego a la mitad. Echa un par de pellizcos de sal y remueve. Prueba el punto de sal, teniendo en cuenta que el curry va a hacer que haga falta menos que en otros platos. Déjalo a fuego bajo unos 20 minutos más, hasta que la carne quede bien hecha por dentro. Si se consume el líquido y quieres tener más para mojar el arroz puedes agregar un poco de leche.

Mientras, echa en un cazo un poco de aceite y cuando esté caliente échale la ralladura de media naranja y el arroz basmati y remueve.

Arroz Basmati con Naranja

Incorpora 2 y 1/2 vasos de agua y un pellizco de sal y déjalo a fuego fuerte hasta que hierva, baja el fuego a la mitad y mueve el arroz (sólo un poco, para que no estén abajo siempre los mismos granos).

Cuando se haya absorbido el agua, vuelve a mover el arroz, y cuando esté seco ya puedes emplatar, aproximando la carne y el arroz pero sin juntarlos.

 

Ensalada templada de garbanzos

Esta es una manera sabrosa de incorporar legumbres a tu dieta, a modo de entrante «ligero» en lugar de plato principal. Siendo garbanzos el ingrediente principal lo de ligero no es más que una manera de diferenciarlo de un cocido o una ropa vieja que siendo también sabrosos, son más pesados.

Ensalada Garbanzos

Ingredientes

    • 600 gr de garbanzos cocidos (unos 300 gr de garbanzo seco si los vas a cocer ahora)
    • 1 cebolla grande
    • 1 o 2 dientes de ajo
    • 1/2 pimiento verde
    • 1/4 de pimiento rojo
    • 1 zanahoria

Si vas a cocer los garbanzos, déjalos en remojo la noche anterior, y cuécelos en la olla rápida durante unos 60 minutos. Comprueba que estén tiernos.

Pica fina la cebolla y los pimientos. Ponlos a sofreir con un chorro generoso de aceite de oliva. Añade los ajos picados muy finitos. Cuando la cebolla empiece a estar transparente añade la zanahoria picada fina.

Déjalo sofreir un buen rato a temperatura media, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla empiece a pocharse (a aparecer los tonos marrones; no te preocupes, no se quema, cuando absorba un poco de líquido volverá a ponerse transparente).

Añade los garbanzos cocidos y remueve todo, dejando que los garbanzos se mezclen con el resto de ingredientes y se calienten. Incluye un poco del liquido de la cocción para que la cebolla lo pueda absorber.

Espolvorea un par de pellizcos de sal, al gusto, y remueve.

Sirve y disfruta, como entrada o acompañamiento de carnes o pescados.

 

Receta de Hummus

El hummus es un plato árabe hecho a base de puré de garbanzos (hummus significa garbanzo en árabe). Aunque tiene otros usos, nosotros fundamentalmente lo usamos para dippear. Lo puedes usar también como salsa -viscosa-, acompañando a carnes, pescados o verduras, p.e. en sustitución de una mayonesa.

Ingredientes

    • Garbanzos cocidos (200gr de garbanzos secos, o unos 500 ml de garbanzos cocidos)
    • 1/2 a 1 diente de ajo (pequeño, no te pases)
    • 1  cucharadita de comino en polvo, al gusto
    • 3 cucharadas de aceite
    • Salsa de tahini (si no tienes, unas tres cucharaditas de semillas de sésamo -ajonjolí- y un chorrito de zumo de limón)
    • [Opcional] media cucharadita de pimentón dulce
    • Un poco del agua de cocción de los garbanzos (agua normal si no la tienes)
    • Un poco de sal, al gusto

Para adornar la superficie

    • Un poco más de pimentón dulce
    • Aceite de oliva

Para poder picar

    • Un par de zanahorias, apio, unos colines o unos nachos. También se puede tomar con pan de pita

Si te han sobrado unos garbanzos de un cocido puedes elegir entre hacer ropa vieja (con el resto de ingredientes que te sobraron del cocido) o usarlos para hacer un hummus.

Si no vienen de un cocido necesitará cocer unos garbanzos (unos 200 gr de garbanzo seco, los dejas en remojo y al día siguiente los metes en la olla rápida, entre 40 y 60 minutos) o comprarlos ya cocidos. Guarda un poco del líquido, porque te hará falta después

La elaboración del hummus es muy sencilla: pones en el vaso de la minipimer los garbanzos (que ocupen unos 500 ml), 1 diente de ajo (pequeño), 1 o 2 cucharaditas de comino en polvo, 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de salsa de tahini (o si no tienes, unas tres cucharaditas de semillas de sésamo -ajonjolí- y un chorrito de zumo de limón) y un poco de sal. Opcionalmente puedes añadir media cucharadita de pimentón dulce.

Tritura bien todo (se te quedará muy espeso y se hará difícil pasarlo, así es que hecha un poco del caldo de los garbanzos según lo vayas necesitando -si no tienes, un poco de agua-, lo justo para que la minipimer pueda hacer su trabajo, no debe quedar líquido, sino algo viscoso).

Una vez triturado, pásalo a un bol, esparce un poco de pimentón por encima y échale aceite de oliva hasta formar una fina capa. Lo puedes alisar con la cuchara para que se mezclen el aceite con el pimentón dándole al hummus su color característico en la superficie.

Coge unas cuantas zanahorias (también puedes usar en su lugar apio, colines de pan o nachos), pélalas y córtalas en trozos de unos 6 cm y cada uno de ellos en tiras (suficientemente gruesas para que sean firmes, pero intentando que no lo sean demasiado para que no quiten demasiado sabor al hummus -unas 6 tiras de cada trozo de zanahoria-).

Coloca las zanahorias en un vaso corto y sírvelas con el hummus. Disfrutadlo.