Esta es una manera sabrosa de incorporar legumbres a tu dieta, a modo de entrante «ligero» en lugar de plato principal. Siendo garbanzos el ingrediente principal lo de ligero no es más que una manera de diferenciarlo de un cocido o una ropa vieja que siendo también sabrosos, son más pesados.
Ingredientes
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- 600 gr de garbanzos cocidos (unos 300 gr de garbanzo seco si los vas a cocer ahora)
- 1 cebolla grande
- 1 o 2 dientes de ajo
- 1/2 pimiento verde
- 1/4 de pimiento rojo
- 1 zanahoria
Si vas a cocer los garbanzos, déjalos en remojo la noche anterior, y cuécelos en la olla rápida durante unos 60 minutos. Comprueba que estén tiernos.
Pica fina la cebolla y los pimientos. Ponlos a sofreir con un chorro generoso de aceite de oliva. Añade los ajos picados muy finitos. Cuando la cebolla empiece a estar transparente añade la zanahoria picada fina.
Déjalo sofreir un buen rato a temperatura media, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla empiece a pocharse (a aparecer los tonos marrones; no te preocupes, no se quema, cuando absorba un poco de líquido volverá a ponerse transparente).
Añade los garbanzos cocidos y remueve todo, dejando que los garbanzos se mezclen con el resto de ingredientes y se calienten. Incluye un poco del liquido de la cocción para que la cebolla lo pueda absorber.
Espolvorea un par de pellizcos de sal, al gusto, y remueve.
Sirve y disfruta, como entrada o acompañamiento de carnes o pescados.