Tiras de pollo con tomate y queso (y cuscus a la cerveza)

Estando un día sin menú, ataqué la nevera para ver qué ingredientes había y qué podía hacer con ellos.

No había para ninguno que me permitiera recrear  los clásicos, así que decidí innovar, y el resultado me gustó, tanto como para haber repetido la receta varias veces:

Ingredientes

    • 500 gr de pollo, puede ser pechuga o contramuslo (en mi caso han sido pechugas)
    • 1 cebolla 
    • 1 pimiento rojiverde (o un trozo de cada color)
    • 80 gr de concentrado de tomate, 300 gr de tomate frito o 400 gr de tomate triturado
    • 1 cucharadita de mostaza (en mi caso mostaza antigua)
    • 150 gr de queso cheddar rallado (mejor si lo rallas tú  de un bloque de cheddar curado)
    • 1 vaso pequeño de leche (para que la salsa quede líquida y viscosa)

Para acompañar

    • 1 vaso de cus-cus
    • 1 cerveza (p.e. tostada, si te gusta el sabor)

Pica la cebolla y el pimiento finos  y ponlos a pochar en una sartén a fuego medio, con un chorro de aceite.

Pochar

Mientras, quita el exceso de grasa al pollo y córtalo en tiras finas (de aprox. 6mm de sección y de 3 a 6cm de largo -puedes hacerlas para un bocado, o largas que requieran partirlas para comerlas-).

Opcionalmente puedes darle un toque ahumado a las tiras. En mi caso tenía encendida la chimenea y decidí acercarle la parrilla (sin dejar que la carne se haga).

 

 

Cuando la cebolla esté pochada sube el fuego y vete incorporando las tiras de pollo sin parar de mover (para que el pollo se dore pero la cebolla no se queme).

Cuando el pollo ya esté hecho (será rápido, por que es fino) incorpora el tomate y sigue removiendo (a fuego medio si no usas tomate triturado, bájalo si es frito o concentrado).

Cuando se haya reducido el líquido añade la mostaza y remueve.

A continuación, a fuego medio, incorpora la leche y, cuando este caliente, baja el fuego y añade el queso rallado, removiendo hasta que se funda y se mezcle con el resto de ingredientes.

Si la salsa queda demasiado espesa puedes añadir más leche. Si queda demasiado líquida, déjala evaporar mientras remueves.

El objetivo es que quede una salsa viscosa, ni demasiado líquida ni que sean pegotes de queso que no se separen de la carne)

Hecha en un bol el cus-cus y aproximadamente el doble de volumen de cerveza. Añade un pellizco de sal y unas gotas de aceite.

Pon el bol en el microondas. Al cabo de un minuto sácalo y remuévelo, desgranando los «grumos» que pueda haber. Vuelve a meterlo en el microondas y repite la operación hasta que el cus-cus esté hecho (si se queda seco antes de hacerse añade un poco más de cerveza o agua). Lo ideal es que el cus-cus quede suelto cuando acabe de hacerse.

 

Ya puedes emplatar: un cucharón de pollo con su salsa y un par de cucharadas de cus-cus

 

Opcionalmente puedes hacer el cus-cus con agua o caldo en lugar de cerveza (o probar con cervezas más claras o más oscuras). También puedes sustituir el cus-cus por un arroz (jazmín o basmati, por ejemplo)

 

Autor: JdJ Adm

Administrador del jardindeljubilado.com

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