Cl@ve

Qué es Cl@ve?

Cl@ve es un sistema de autenticación (identificación del usuario, con una clave de usuario y una contraseña o PIN) orientado a unificar y simplificar el acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos electrónicos. Es una alternativa al Certificado electrónico y al DNIe para acceder a muchos servicios de la Administración Pública.

Registro

Lo primero que debemos hacer es registrarnos en el sistema. Nos podemos registrar de 3 maneras (las 2 primeras nos dan acceso de nivel elevado. La tercera nos da acceso básico, dado que ofrecemos menos garantías de ser quien decimos ser) :

    • Presencialmente, en una Oficina de Registro (buscador, seleccionar oficinas que ofrezcan Cl@ve), llevando nuestro DNI o NIE.
    • Con Certificado electrónico o DNIe, accediendo al portal de Registro Cl@ve, en la opción «Registrarse, renunciar y modificar datos en Cl@ve con certificado o DNI electrónico«:
        • Identificate con tu certificado o DNI electrónico.
        • Marca la opción «Alta» y facilita un teléfono móvil en el que recibir los PIN del sistema Cl@ve y una dirección de correo electrónico.
    • Por internet, sin Certificado. Para tener ciertas garantías de que eres tú, debes solicitar que te envíen una invitación por correo postal. Puedes hacerlo accediendo al portal de Registro Cl@ve, en la opción «Registrarse en Cl@ve«:
        • Indica tu DNI (con su fecha de validez, o expedición en el caso de DNI permanente) o NIE.
        • Una vez nos llegue la carta, debemos completar el proceso. Para ello debemos volver a entrar de nuevo al portal de Registro Cl@ve, en la opción «Registrarse en Cl@ve» indicando de nuevo nuestro DNI o NIE y seleccionar la opción «Ya dispongo de una carta invitación«.
        • Nos solicitará el Código Seguro de Verificación (CSV, un código de 16 dígitos que nos han enviado en la carta) y a continuación deberemos facilitar un teléfono móvil en el que recibir los PIN del sistema Cl@ve y una dirección de correo electrónico. En la carta figura un código de activación que será necesario en caso de querer una cl@ve permanente (ver más abajo).

Cómo se usa?

Cl@ve admite dos posibilidades de uso:

    • Cl@ve ocasionalCl@ve PIN ): esta alternativa de identificación electrónica está basado en el uso de un código elegido por el usuario y un PIN comunicado al teléfono mediante la app Cl@ve PIN o con un mensaje SMS (con validez durante 10 minutos). Es un sistema de contraseña de validez muy limitada en el tiempo, orientado a usuarios que acceden esporádicamente a los servicios (se corresponde con el sistema PIN24H de la AEAT).
    • Cl@ve permanente (Cl@ve permanente) : se basa en el uso de un código de usuario, el DNI o NIE, y de una contraseña (de larga duración), orientado a usuarios habituales. Para acceder a servicios que requieran un nivel de seguridad elevado el sistema de acceso se refuerza con claves de un solo uso por SMS (OTP), en accesos como por ejemplo a servicios de la Seguridad Social.

Cuando queramos hacer un trámite electrónico con la Administración Pública nos preguntarán por cómo queremos identificarnos (en función del nivel de seguridad requerido pueden no estar disponibles todos los medios de acceso):

      • Con Certificado Digital
      • Por Cl@ve permanente
      • Por Cl@ve PIN
      • Por SMS (pidiendo unos datos que contyrastarán con los que figuran en su BD)
      • Sin Certificado (p.e. enviando información al domicilio postal que les consta)

Acceso por Cl@ve PIN

Para hacerlo por cl@ve PIN debemos bajarnos la app Cl@ve PIN (disponible en el appleStore o googlePlay) y registrarnos en ella con nuestro DNI.

Si al acceder a un servicio indicamos que queremos acceder mediante PIN, pasaremos a una pantalla en que nos preguntarán el DNI/NIE y nos dará la opción de obtener el PIN mediante la app o mediante un SMS. Si elegimos la app (es lo recomendado) nos dará una opción a solicitar el PIN. Al hacerlo, el código quedará disponible en la app . Una vez consultado lo introducimos en la pantalla del navegador(antes de 10 minutos) y ya podremos acceder al servicio deseado.

Acceso por Cl@ve Permanente

Para obtener una contraseña con la que poder acceder de manera permanente, debemos activarla en esta página. Nos solicitará el DNI o NIE, nuestra dirección de correo electrónico y el código de activación que nos dieron en el registro (si lo hemos perdido lo podemos regenerar, ver más abajo). Una vez hecho el sistema nos enviará un SMS con un código (OTP, un sólo uso) con el que nos permitirá definir la contraseña (que cubra unos requisitos mínimos de seguridad)

El sistema nos permite cambiar la contraseña, o regenerarla si la hemnos olvidado (para lo que nos solicitará el código de activación que nos dieron el el registro).

Si al acceder a un servicio de la Administración Pública indicamos que queremos acceder con cl@ve permanente, el sistema nos solicitará nuestro usuario (DNI o NIE) y nuestra contraseña (la que hemos configurado en el paso anterior).

Modificación de datos y Renuncia

El sistema nos da la posibilidad de modificar ciertos datos. También nos permite regenerar el código de activación de la clave permanente o renunciar al registro realizado (si queremos darnos de baja y así poder p.e. darnos de alta de nuevo desde el principio).

Todas estas opciones están disponibles desde la página de Registro Cl@ve.

Edad de Jubilación y Jubilación anticipada

La ley de 2013 establece una edad de referencia para nuestra jubilación de 67 años (durante unos años tendremos un periodo de transición en que la edad de jubilación legal irá ascendiendo paulatinamente de los 65 que marcaba la ley hasta 2013, hasta llegar en 2027 a los 67 que marca la actual).

Sin embargo siempre nos podremos jubilar más tarde (mientras la empresa nos lo permita) y hay ciertos factores que nos pueden permitir adelantar esta edad:

    • Si hemos cotizado por 38 años y 6 meses o más, nuestra edad de jubilación serán los 65 años en lugar de los 67.
    • Podemos anticipar nuestra jubilación respecto a la que nos corresponda (65 o 67 años) hasta un máximo de 2 años (con una reducción en su cuantía dependiente del número de meses que la anticipemos), siempre que:
      • Nos encontremos en situación de alta o asimilada al alta
      • Hayamos cotizado al menos 35 años (aquí podemos incluir hasta 1 año de equivalente a cotización por realización del servicio militar obligatorio).
      • La cuantía de la pensión resultante, una vez aplicados los factores reductores, sea superior a la pensión mínima.

En la sección de páginas Relacionadas puedes acceder al cálculo de la pensión que te corresponderá (…si no cambia antes de nuevo la ley).

 

Cálculo del importe de la Pensión. Pensiones mínima y máxima

Debemos tener en cuenta que únicamente nos corresponde una pensión contributiva si hemos cotizado al menos 15 años, y al menos 2 de ellos han sido dentro de los 15 anteriores a la fecha legal de jubilación.

En su caso, el cálculo del importe de la pensión que nos corresponde por nuestra jubilación depende de 3 factores y un par de ajustes:

  • La Base Reguladora, que se calcula como media de cotización de los últimos 25 años, actualizando el valor de los primeros 23 años por el IPC acumulado (ver detalle más abajo). Adicionalmente se hace un ajuste, multiplicando por 12/14 (o lo que es lo mismo, por 300/350), para adecuarlo a 14 pagas (la cotización es en 12 pagas, el pago en 14). Puedes ver cómo consultar tus cotizaciones en el enlace de Relacionadas.
  • Un factor reductor, en función del número de años cotizados. Este factor multiplicador es del 50% si has cotizado 15 años, y va aumentando un 0,19% cada mes adicional cotizado hasta los 35 años y 8 meses, y un 0,18% los meses posteriores, hasta alcanzar el 100% si has cotizado 37 años o más.
  • Un factor, que puede ser reductor o ampliador, en función de si estás anticipando o retrasando la fecha de jubilación sobre tu edad legal de jubilación. El factor es 1 si nos jubilamos en la fecha que nos corresponde.
    •  Si anticipamos la fecha de jubilación (para poder hacerlo hay que cumplir unos requisitos) el factor dependerá de cuantos meses (o fracción de mes) hayamos anticipado la jubilación, debiendo quitar un porcentaje que dependerá de lo meses anticipados y de si la anticipación es voluntaria o involuntaria.
    • Es importante notar que desde 2022 el importe al que se aplica esta reducción es a la pensión máxima si el cálculo anterior nos diera un importe superior.
    • En el caso general las reducciones son:

    • En el caso de jubilación tras un despido:

Reducción Jubilación anticipada involuntaria

    • Si retrasamos la fecha de jubilación:
      • El 2% por cada año adicional completo cotizado desde la fecha en que se cumplió la edad de jubilación, cuando tengamos hasta 25 años cotizados al cumplir esa edad.
      • El 2,75 % cuando tengamos entre 25 y 37 años cotizados.
      • El 4 % cuando tengamos más de 37 años cotizados.

Una vez jubilados, a la cifra resultante se le irá aplicando año a año un factor de revalorización. Esta revalorización es uno de los puntos que está en el candelero de la discusión política. En una dirección se tira hacia que sea el IPC, para mantener el valor adquisitivo de los pensionistas, por otra se tira hacia una cifra que puede ser menor (o incluso cero, congelando las pensiones y perdiendo éstas valor adquisitivo), si la economía del país no va bien, intentando equilibrar las cuentas de la Seguridad Social.

Una vez efectuados estos cálculos, a la pensión resultante se le aplica un criterio de mínimos y máximos :

    • si la pensión calculada es menor que la mínima que fija la ley en cada momento, podemos obtener un complemento a mínimos (revisable anualmente) que la lleve a la pensión mínima siempre que no tengamos ingresos superiores a 7,683€ anuales (sin cónyuge a cargo).
    • si la pensión calculada es mayor que la máxima regulada por ley, obtendremos la pensión máxima.

El valor de la pensión mínima también están sujetos a criterios políticos y económicos, y generalmente tendrán variaciones entre 0 y el IPC, siendo normal que suba más la pensión mínima que la máxima.

La pensión mínima no tiene el mismo importe para todos los casos, sino que dependen de ciertos factores, como si tenemos o no cónyuge, y si éste está o no a nuestro cargo. En 2022, la pensión mínima con cónyuge a cargo es de 12.467€ anuales (890,50 euros mensuales en 14 pagas), y con cónyuge no a cargo de 9.590€ anuales (685€ mensuales) . Si no tenemos cónyuge la pensión mínima es de 10.103,80€ anuales (721,70 euros mensuales).

La pensión máxima en 2022 es en todos los casos de 2.819,57 euros mensuales, en 14 pagas (39.474 anuales).

En el caso de pensiones no contributivas (no hemos cotizado lo suficiente) el importe de referencia es de 414,90 euros mensuales (a este valor de referencia hay que aplicarle también ciertos ajustes en función de la situación del perceptor).

 

Cálculo de la Base Reguladora

Para calcular la base reguladora se tienen en cuenta los últimos años de cotización, no todos. El número de años a tener en cuenta ha variado con el cambio legislativo de Enero de 2013, pasando de los 15 a los 25 últimos (se marca un periodo de transición para las jubilaciones entre 2013 y 2022, en que se añaden 12 meses de cotización cada año, alcanzando los 25 años de cálculo en 2022).

Se cuenta desde la fecha de la jubilación hacia atrás (si se accede a la pensión desde una situación de alta o asimilada sin obligación de cotizar, el período de determinación de la base reguladora no puede retrotraerse al momento en que cesó la obligación de cotizar).

A partir del año 2022 (cuentan los últimos 25 años), la base reguladora será el cociente que resulta de dividir por 350 (=14×25, se hace el cálculo para pagos de pensión en 14 mensualidades) las bases de cotización del interesado durante los 300 (=12×25) meses inmediatamente anteriores al del mes previo al del hecho causante.

Actualización de bases de cotización

El importe de las bases de cotización cotizadas no se cogen tal cual, sino que se actualizarán de acuerdo con la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), mes a mes, hasta 24 meses antes de la jubilación. Los 24 meses inmediatamente anteriores al mes previo al del hecho causante se toman por su valor nominal.

Integración de lagunas

Qué ocurre si hay huecos en el periodo de cotización? los huecos sin cotización se rellenan (gracias, Seguridad Social) :

Si en el período que haya de tomarse para el cálculo de la Base Reguladora aparecieran meses durante los cuales no existiera obligación de cotizar, las  primeras  48  mensualidades  se integrarán con la base mínima de entre todas las existentes en cada momento, y el resto de mensualidades con el 50% de dicha base mínima.

Bases de Cotización

La cotización es el pago que la empresa y el trabajador hacen a la Seguridad Social por el hecho de estar trabajando para cubrir ciertas contingencias (incapacidad temporal o permanente, jubilación, etc).

Si el trabajador se queda en paro de manera no voluntaria también se cotiza durante un periodo de tiempo, aunque en este caso el pagador es la propia seguridad social.

Las bases de cotización son los importes que figuran en la Seguridad Social que has tenido como remuneración bruta, incluyendo la prorrata de las pagas extras, durante toda tu vida laboral. La cotización tiene unos valores mínimos y máximos, por lo que si tu remuneración está fuera de este intervalo figurará el máximo o mínimo. A partir de esta información se calcula la Base Reguladora para tu pensión.

Es muy fácil consultar esta información. Para ello debes :

        • Acceder a la sección para el ciudadano del sistema de la Seguridad Social (usando un certificado digital o un cl@ve -en la sección de páginas Relacionadas puedes ver cómo-).
        • Entrar en la opción Informe de «Bases de Cotización»
        • Seleccionar el año para el que deseas consultar las Bases de Cotización.

Lo que obtendrás es un listado mes a mes de toda tu vida laboral para el años solicitado, con la empresa en la que has trabajado, el número de días y el importe cotizado. Si un mes has trabajado para varias empresas verás también esta información.

En caso de observar alguna incidencia en los datos del informe, puedes comunicarla accediendo al servicio Rectificación de informe de bases de cotización. Lo más habitual es que falte algún mes en que sí has trabajado (y que de hecho sí aparece en tu Vida Laboral), en estos casos la resolución es muy rápida.

Si quieres consultar las cotizaciones de toda tu vida laboral lo debes hacer consultando año a año. La página no permite descargar los datos, pero puedes ir copiando y pegando, p.e. a un excel.

Junto a este informe, desde esta página del ciudadano, también podemos acceder al informe de nuestra Vida Laboral, en el que nos indican qué empresas han cotizado por nosotros, durante cuánto tiempo y en qué régimen. A modo de resumen también nos indica cuánto tiempo hemos acumulado de cotización hasta el momento actual.

 

El Presupuesto

El presupuesto lo podemos entender como la previsión de ingresos y gastos que vamos a tener a lo largo de nuestra vida, aunque en lugar de mirar un periodo tan largo (de eso se encarga la planificación económica familiar) tiene un enfoque basado en periodos más cortos, que pueden ser meses, trimestres o años.

Otra manera de verlo, para quitarle el halo de «tentativo» o «estimación», es la programación de tales ingresos y gastos, a la que vamos a intentar (a conseguir!) sujetarnos mes a mes, de manera que no gastemos más de lo que tenemos disponible para ese mes (y si gasto 10 más este mes, gastaré 10 menos el que viene).

A la hora de elaborar nuestro presupuesto debemos considerar 3 aspectos :

    • Los Ingresos, que principalmente habrán venido de nuestro trabajo, y una vez llegada la jubilación vendrán de nuestra Pensión, y de la Rentabilidad de nuestras inversiones. Puede haber ingresos extraordinarios, como un bonus en el trabajo o una herencia. A los ingresos se les van a aplicar unos impuestos, por lo que se reducirán a una cantidad neta que es la que nos vale de cara al presupuesto.
    • Los Gastos, donde hay que incluir tanto los recurrentes (mensuales o anuales) como los extraordinarios (p.e. los estudios de los niños).
    • La Depreciación de nuestros activos (que si han de renovarse podemos considerar como un tipo especial de gastos) y la Inflación (que reducirá año a año el poder adquisitivo de nuestro dinero, es decir, hará falta más dinero para cubrir los mismos gastos).

Estos aspectos no son estáticos, sino que van a ir cambiando año a año en función de muchos aspectos : nuestra situación familiar, nuestra salud, la evolución económica del país, los cambios políticos, etc.

Hacer un presupuesto no consiste solo en hacer una lista de ingresos y gastos, es un proceso de previsión a largo plazo, que como tal debe incluir tareas de seguimiento y reajuste.

Dado que estamos hablando del futuro, nuestra planificación tendrá algunos parámetros (p.e. la inflacción) que debemos estimar y, cómo estamos jugando con fuego, debemos hacerlo de manera conservadora, no nos vayamos a quedar sin dinero antes de tiempo.

Lo más aconsejable es jugar con escenarios: típicamente un escenario pesimista, un escenario neutral (el que pensamos que se va a dar con mayor probabilidad) y un escenario optimista. Deberíamos situar nuestro nivel de vida (nuestro nivel de gastos) en algún lugar entre el escenario pesimista y el neutral. Según vayan pasando los años debemos ir reajustando los escenarios con la realidad de lo que ha ido pasando, de manera que si durante unos años la realidad ha estado p.e. en el escenario optimista, en lo que nos queda de planificación contaremos con más activos y el escenario pesimista habrá pasado a estar en mejor situación. Pero es importante recordar que resultados pasados no implican resultados futuros y que después de unos años buenos siempre pueden venir años malos (de hecho es lo normal dado lo cíclico de los periodos económicos). Si ha habido unos años en el escenario pesimista, en lugar de pensar que a continuación vendrán años buenos, lo que debemos reflexionar es si nuestro presupuesto no se ha quedado corto, no era realista, y el escenario pesimista en realidad debía ser el neutral (en cuyo caso debemos tirar el escenario optimista, por ilusorio, generar un nuevo escenario pesimista y reajustar nuestro presupuesto a un escenario que es peor de lo que habíamos pensado).

Ingresos

Hacer el presupuesto de ingresos debería ser la parte más sencilla, aunque hay que tener en cuenta que no todos los años son iguales.  De dónde vienen?

Si estamos todavía en activo los ingresos vendrán principalmente de nuestro trabajo.

 

Si estamos en etapa de prejubilación normalmente tendremos unos ingresos provenientes de nuestra última empresa. Debemos entender el acuerdo que hemos cerrado con ella, leer la letra pequeña, y hacer una estimación de cuanto se nos va a ir en impuestos. Anotaremos en nuestro presupuesto el neto resultante en los años en que tengamos esta cobertura (típicamente hasta los 63 o 65 años, alguna vez hasta los 67).

Es interesante conocer los importes brutos, pero en el presupuesto tener en cuenta sólo los importes netos de impuestos (es decir descontamos de los ingresos sus impuestos, la otra alternativa sería incluir los impuestos en la partida de gastos).

A partir de la jubilación, nuestro principal ingreso vendrá de la Pensión que cobraremos del estado. Esta pensión se cobra en 14 pagas y debemos tener en cuenta que también hay que pagar impuestos (aunque ya nos habrán retenido a cuenta una cantidad que deberemos ajustar). La pensión normalmente tendrá una revalorización año a año, pero es muy dependiente de temas políticos (a día de hoy está en el aire si será por un 0,25% anual cuando la economía vaya mal o si se aproximará más al IPC).

Si estamos muy cerca del mínimo o del máximo de pensión hay que tener en cuenta que estos límites también pueden ir variando (también dependiendo de las circunstancias políticas y económicas, pero actualmente con tendencia a subir las mínimas y a subir menos o no subir las máximas).

Si durante nuestros años de trabajo hemos invertido en planes de pensiones, llega ahora también el momento de rescatarlos (una vez cumplidas las condiciones de rescate), con tres posibilidades: rescatarlo todo de golpe en forma de capital (normalmente la forma menos aconsejable porque supone un pico de ingresos y por tanto de pago de impuestos a un tipo más alto), rescatarlo en forma de renta vitalicia (nos da seguridad de ingresos «para siempre», pero generalmente con un importe bajo -por si vivimos muchos años…-), o un rescate planificado año a año (nos permite adaptar el coste fiscal a nuestra situación de cada año). Es importante tener en cuenta que, a efectos del IRPF, el rescate supone ingresos por cuenta del trabajo, no del ahorro.

Si tenemos inversiones, depósitos o p.e. una vivienda en alquiler, esta será una fuente adicional (y variable) de ingresos, aunque debemos ser conservadores dado que nuestro inquilino puede dejar la casa o los dividendos de nuestras inversiones pueden no producirse. Debemos tener también en cuenta los impuestos a pagar (y que en algunos casos no ha habido retención a la hora de percibirlos por lo que habrá que pagar todo en el momento de la declaración).

Puede que tengas a tu alcance otras posibles fuentes de ingresos (volver a trabajar, pequeñas ventas de artesanía, poner en valor tu tiempo libre dedicándolo a dar clases o a cuidar a niños o mayores, etc). Es importante que conozcas la compatibilidad o no de estos ingresos con tu pensión, que tengas en cuenta los impuestos aplicables y que no consideres estos ingresos como algo recurrente (de nuevo, seamos conservadores y pensemos que el año que viene puede que minoren o desaparezcan).

Si nuestros ingresos son menores que nuestros gastos, eso significa que estaremos tirando de nuestros ahorros, lo que deberemos tener muy en cuenta en nuestra planificación a largo plazo y debemos tratar de reequilibrar en la medida de lo posible.

Gastos

Este capítulo va a ser más difícil de presupuestar si no lo hemos hecho anteriormente y no tenemos el hábito de controlar y planificar los gastos.

La mejor manera de empezar es pedir a nuestro banco un extracto de gastos de p.e. los 2 últimos años (cuanto más historia consigamos mejor). Igualmente debemos intentar sacar información histórica de las herramientas online que tengamos (en el móvil o PC) : de supermercados, de amazon, de la gasolinera, el parking,…

Hay que ser conscientes que no son pocos los gastos que no pasan por el banco dado que los hemos pagado en metálico (p.e. una cena con unos amigos), por lo que es necesario una reflexión para identificarlos.

El objetivo es identificar partidas de gasto mensuales, partidas de gasto no mensuales y gastos extraordinarios, e intentar cuantificar cuanto gastamos en ellas y cuando se producen.

Hay gastos que son similares todos los meses (como la comida o la cuota de la comunidad). Hay gastos que ocurren todos los meses pero son estacionales, varían de un mes a otro (como la factura de la calefacción, o los gastos de colegios o universidades si aún los tenemos). Hay gastos como el IBI o la ITV que suceden una vez al año o cada x años. Y por último hay gastos extraordinarios que no podemos planificar pero si debemos estimar y provisionar (una avería del coche, una enfermedad costosa, etc).

No nos vale por tanto con hacer la lista de gastos del último mes o los últimos 2 o 3 meses. Es aconsejable coger al menos un año (si pueden ser 2 mejor). Lo que nos salga no es definitivo, debemos analizarlo, reflexionar, poner o quitar, intentando tener la lista más completa posible de lo que nos vamos a encontrar los próximos años, incluyendo gastos recurrentes (mensuales, estacionales o periódicos) y gastos extraordinarios potenciales (como son extraordinarios es difícil identificar todos, por lo que es buenos dejar en el presupuesto una partida adicional para «Otros gastos extraordinarios», que vayamos «metiendo en la hucha» y tengamos ese dinero acumulado disponible para cuando surja algo en lo que no habíamos pensado).

Depreciación  y Renovación de activos

En nuestro patrimonio tenemos activos físicos que van perdiendo valor con el uso o por el paso del tiempo (p.e. el coche o la pintura de la casa) y que vamos a tener que arreglar o renovar cada cierto tiempo. No podemos saber cómo va a envejecer cada uno de ellos, pero debemos hacer una estimación para no encontrarnos con este problema más adelante y tener que tratarlo como gastos extraordinarios no contemplados que nos rompan el presupuesto (cuanto más podamos planificar nuestros gastos tanto mejor, reduzcamos las sorpresas y la improvisación).

Para presupuestar el gasto que supone estas renovaciones por un lado tenemos que reflexionar sobre qué elementos suponen nuestro patrimonio (es mejor hacerlo de una manera estructurada, haciendo una clasificación de tipos de elemento), y por otro lado debemos asignar a cada uno un tiempo de vida «típico» y un coste de renovación (es sacar la bola de cristal, pero de eso va mirar al futuro).

Estos activos los vamos a amortizar. Qué es eso? vamos a ir reservando todos los meses una cantidad de dinero, de manera que cuando tengamos que sustituir el elemento, tengamos ya acumulado el dinero necesario, de manera que no tenga impacto sobre el resto de nuestros ahorros (ya estaba previsto y hay una dotación para pagar el coche nuevo, la lavadora nueva o el activo que estemos renovando).

Un ejemplo: la lavadora nueva costará unos 600€, y la actual nos va a durar 5 años, o sea 60 meses, por lo que si guardamos cada mes 10€, cuando haya que renovarla tendremos el dinero esperando (y generando rentabilidad mientras tanto, dado que sigue formando parte de nuestros ahorros).

Como la reserva que hacemos es una estimación de cuánto va a costar el nuevo elemento, repartido entre los meses que pensamos que nos va a durar, es difícil que acertemos justo en la cantidad y el momento: puede que tengamos 600€ y nos cueste 630, o que se rompa antes de tiempo y solo hubiera dado tiempo a reservar 500. Eso significa que en el momento de renovación probablemente haya que hacer un pequeño ajuste (que sí consideraremos gasto, positivo o negativo), que afectará al mes de la compra. Una vez comprado el nuevo elemento, comenzamos de nuevo: empiezan a contar sus 5 años e iremos reservando cada mes 10€ (o, si hemos tenido que ajustar y pensamos que la siguiente vez puede ocurrir lo mismo, la cantidad y el tiempo que veamos adecuados ).

Inflación

Hace unos años la gasolina estaba a 83 pesetas el litro (50 céntimos de euro), la hemos tenido hace no tanto a 1€/litro y ahora está a 1,30€/litro. El precio de las cosas sube, o lo que es lo mismo, el poder adquisitivo de nuestro dinero baja.

La inflación es una medida de la subida del coste de los elementos necesarios para vivir. El indicador más común es el IPC (índice de Precios de Consumo), lo elabora el INE a partir de una «cesta de la compra» que intenta que sea lo más universal posible.

Es uno de los parámetros macroeconómicos que intentan gestionar los gobiernos y el Banco Central Europeo (variando la tasa de interés), con un objetivo típico del 2% al 3%, aunque este objetivo es variable, y la realidad es más variable todavía.

Evolución IPC

En qué nos afecta: una inflación negativa o muy baja es mala para la economía general porque la ralentiza (para qué voy a gastar hoy, si mañana estará más barato). Una inflación muy alta es ventajosa para los que tienen deudas de importe fijo (el valor se reduce cada año), pero perjudicial para los ahorros y para el poder adquisitivo de nuestro ingresos.

Los últimos años hemos tenido inflaciones bajas (incluso negativas), estando la economía mal y con el BCE situando las tasas de interés cercanas al 0%, pero lo normal es que sean más altas (esperemos que la economía no pase en ningún momento a estar tan mal como p.e. en Argentina o Venezuela donde se llega a tasas muy superiores al 20%)

Es un factor que debemos tener en cuenta en cualquier planificación a largo plazo, dado que el poder adquisitivo de nuestro ahorros va a depender de la inflación (que tirará hacia abajo) y la rentabilidad neta (después de impuestos) que podamos sacar de ellos.

Plantilla de Presupuestos

En la plantilla que puedes encontrar en la sección de páginas Relacionadas, puedes ver un ejemplo de presupuesto de gastos y de inventario de activos, con sus importes de renovación y su duración estimada.

Ten en cuenta, que esto es un ejemplo, que no es tu situación: debes hacer tu propia lista de gastos y tu inventario de activos y estimación de duración y coste.

No hay normas para cuánto gastar o qué coche comprar. Bueno sí, hay una norma: qué esté dentro de tus posibilidades, que los números cuadren. Nunca hagas un presupuesto sin saber cómo se van a cubrir los gastos.

Habrá quien compre coches de 15.000€ para que le duren 10 años, quien compre coches de 50.000€ para venderlos por 15.000 a los 5 años, y quien compre un coche de 2ª mano por 2.000€ con la idea de que le dure 4 ó 5 años más. Habrá quien coma solomillo todas las semanas, caviar de vez en cuando y se vaya de vacaciones al Caribe, y quien tenga que conformarse con lomo de cerdo, patatas y pasar un par de semanas en el pueblo en verano.

Dentro de las posibilidades de cada uno luego entran los gustos, los hábitos y la situación y gustos de nuestro entorno social (que también cuentan, y mucho). Puedo tener dinero para irme al Caribe pero preferir pasar el invierno en Benidorm porque ahí están mis amigos. O poder comprar caviar, pero preferir la merluza al estilo de mi pueblo (eso sí, que sea buena). Si gastamos menos de lo que podemos, tanto mejor para nuestra economía y nuestras posibilidades de futuro.

En la sección de páginas Relacionadas encontrarás un enlace para profundizar en la elaboración del presupuesto.

Seguimiento del presupuesto

Tan importante como elaborar un buen presupuesto (completo, preciso, realista) es hacerle seguimiento periódicamente. Este seguimiento nos permitirá ver cómo de acertados hemos estado en su elaboración, y corregir los desajustes en 2 direcciones : por un lado modificar el presupuesto para que sea más realista y sea más adecuado a nuestras necesidades, gustos y posibilidades; por otro, modificar nuestros hábitos para que hagan viable nuestro plan a medio y largo plazo.

En la sección de páginas Relacionadas encontrarás un enlace para profundizar en la elaboración y el seguimiento del presupuesto.

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